Juventud, divino tesoro

El Consejo Deliberante de Pilar está evaluando la implementación de un “toque de queda” de las 22 a las 6 para los adolescentes pues ve como preocupante el problema del alcohol y el descontrol en la juventud. A nuestros gobiernos que siempre defienden a los poderosos y en el que Pilar no es una excepción, poco pueden importarles nuestros jóvenes cuando éstos se ven obligados a vender su fuerza de trabajo por monedas. Las empresas del Parque Industrial “reclutan” al nuevo proletariado directamente en las escuelas técnicas de la zona y así desde temprano ingresan al mundo de la superexplotación laboral. En un distrito tan importante desde el punto de vista industrial, la rutina del obrero se vuelve una pesada carga en la forma de jornadas agotadoras y traslados caóticos. Pensemos por un momento lo que es para un adolescente de 17 ó 18 años (si es que no ha debido comenzar a trabajar antes) salir de la escuela y pasar directamente al brutal régimen industrial con ritmos vertiginosos y horarios inhumanos donde el fin de semana parece no llegar nunca. ¿Acaso no es esta una de las razones para que lo primero que haga un joven al terminar la semana sea irse a  “descontrolar” para desenchufarse del vértigo? Ataquemos las causas, no las consecuencias. Además, ¿todos los jóvenes son así? ¿Los boliches son el antro de reunión de todos? Locales bailables en Pilar habrá unos 10 con capacidad de 300 personas cada uno, ¿3000 conforman toda nuestra juventud? ¿El viernes a la madrugada dónde está la mayoría de los jóvenes de Pilar, en la disco o trabajando en turno noche? No, señores. No se llenen la boca hablando y haciendo el bien en nombre de la infancia, adolescencia, vejez, etc. Porque ya nadie cree nada. Si hasta prevén multar a los padres de los menores de edad que sean encontrados en la calle después de las 22. ¿Acaso lo harán con los chicos que deambulan por la estación de Pilar mendigando cuyo único delito es ser pobre y se encuentran abandonados por un sistema capitalista que aborrece verlos?  ¿Acaso detendrán a los que salen a las 4 de la mañana para entrar al turno de las 6 en la fábrica?

La hipocresía de quiénes gobiernan para los monopolios… Que pretenden encerrar a nuestros hijos para protegerlos del alcohol y otros demonios pero que hacen la vista gorda ante los niños explotados en las granjas avícolas de la zona.

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