La educación pública… privada…

Privada de condiciones edilicias dignas y seguras.
Privada de docentes suplentes que desertan del sector público por no poder subsistir durante más de 3 meses para cobrar el sueldo
Privada de escuelas en ciertos barrios de la Ciudad de Bs As, donde cierran escuelas.
Privada de alimentos nutritivos para los pibes.
Privada de vacantes disponibles para absorber a la demanda de vacantes de zona sur de la ciudad.
Y la lista podría continuar infinitamente.
Se ve privada la educación pública, la del pueblo, por una decidida y premeditada política de este Estado monopolista, que dedica los fondos obtenidos a subsidiar con millones y millones de pesos a las empresas monopólicas y, en cuestión educativa, fortalecer el sector de altos ingresos. Así mientras “quien quiera tener salud y educación que lo pague”.
La instauración del régimen de subsidios a la escuela privada tiene su origen en el primer mandato de Juan Domingo Perón. Durante los sucesivos gobiernos, el sector privado destinado a la clase privilegiada, la burguesía, siguió ampliando sus beneficios, sobre todo, en la ciudad de Buenos Aires – donde la matrícula privada es casi la mitad del sistema educativo – y en territorio bonaerense.
Si las cifras oficiales horrorizan, lo que será la realidad que no cuentan…
Este año el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, admitió que el Gobierno de la Ciudad aumentó las ayudas a las escuelas privadas. “Es cierto que subieron los subsidios en los privados, pero también es cierto que subió la inversión en educación pública”, dijo. Nos preguntamos: ¿Dónde está que no se ve?
No hace falta personalizar la situación, porque esto sucede también en el resto del país.
Los jóvenes que están movilizándose, son un ejemplo de lucha. Las fuerzas que están surgiendo de asambleas autoconvocadas, están saliendo a la luz. Se está gestando la unidad de una lucha. Es un momento crucial para consolidar la unidad de la comunidad educativa: padres, alumnos y docentes. Lograr la unidad sobre esta base material, sobre esta experiencia de lucha, será aleccionador para toda la sociedad. La lucha por la educación se está masificando, como el resto de las luchas.

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