La burguesía es cobarde por naturaleza

Esta semana, un grupo de docentes de Santa Cruz se movilizó hasta Buenos Aires con el afán de expresarse en relación al conflicto que se viene llevando a cabo en dicha provincia.

Según las poblaciones del interior, existe el mito que en Buenos Aires se resuelven la mayoría de las cuestiones. De hecho, se dice popularmente: “Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires”. La cuestión es que se plantearon hacer un acampe en el centro, montando unas carpas; y en la noche fría y aislados, fueron duramente desalojados por las fuerzas represivas del gobierno.

Y no podía ser de otra manera: lo que la burguesía no se anima a hacer en Santa Cruz, donde miles de docentes llevan casi 60 días de huelga, con piquetes en los pozos y plantas petroleras, con la manifiesta unidad activa de todo el pueblo, con los obreros petroleros a la cabeza, los alumnos, los padres de los alumnos, y la más amplia mayoría de las masas santacruceñas; donde se hace muy difícil y riesgoso para la burguesía reprimir, ahí, los muy cobardes no se animaron.

En Santa Cruz se está dando una correlación de fuerzas favorable a los trabajadores y el pueblo. La burguesía no arriesga. Ese es el pueblo alzado, ahí no se jode.

Nuestro partido repudia este acto cobarde del gobierno que demuestra su esencia, que si puede actuar porque encuentra una mínima ventaja, lo hace. Ese es su verdadero rostro, que al mismo tiempo demuestra su impotencia y debilidad a la hora de resolver el conflicto en el verdadero escenario de la lucha de clases, que es donde el maravilloso pueblo santacruceño está movilizado y bien plantado. Esto demuestra que a las petroleras (Dios) no le queda otra, a la larga o a la corta, que atender en Santa Cruz y no en el obelisco.

La lucha del pueblo santacruceño es UNA LUCHA DE CARÁCTER NACIONAL, aunque los medios masivos de comunicación (todos en manos de la burguesía) traten de silenciarlo, no pueden tapar la esencia de esta lucha, pues esta experiencia golpea de lleno en una parte fundamental del corazón del proyecto de los monopolios: las grandes petroleras.

 

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