“Como cazar en un zoológico”

Reproducimos textualmente un artículo publicado esta semana en el portal OPI Santa Cruz, en donde se realiza una pormenorizada denuncia de cómo operan las multinacionales mineras utilizando la valiosa información del Servicio Geológico Minero (Segemar);  un organismo del Estado, dependiente de la secretaría de Minería, en el ámbito del Ministerio de Planificación Federal, actualmente a cargo de De Vido.  Una nueva muestra de lo que definimos como Capitalismo Monopolista de Estado, es decir, el Estado al servicio de los monopolios.

“El Servicio Geológico Minero (Segemar) posee invalorable información que está al alcance de las mineras las cuales tienen una información relevante que les permite ajustar cuestiones de tipo metodológicos en la búsqueda y ubicación de los yacimientos. No lo reconocen y el Estado no lo divulga. Detrás se enjuagan jugosos negocios que empiezan en el mismo momento en que las empresas multinacionales ponen su atención en una región como Santa Cruz, enormemente rica en recursos mineralógicos y “altamente amigable” para la minería, como lo expresan internamente las operadoras.

El Segemar es el Servicio Geológico Minero donde se encuentra volcada toda la información geológica del territorio nacional y constituye un “tesoro” para las empresas multinacionales que, favorecidas por leyes y la corrupción gubernamental, acceden a beneficios inimaginables, que hacen altamente redituable la tarea de búsqueda, localización y explotación de minerales en nuestro país y particularmente en nuestra provincia. El “trabajo previo”, en muchos casos ya está hecho y la información estratégica a disposición de los grandes capitales; obviamente todo oculto de la mirada del hombre común, pues esto escapa al conocimiento ordinario de la gente y como en muchos otros aspectos, quienes hacen uso y abuso de su poder económico y político, manejan esta información calificada a su antojo. Algo similar a lo que sucedió cuando se privatizó YPF, pasando a manos españolas, quienes contaban de antemano con toda la cartografía exploratoria y de perforaciones que había dejado la vieja empresa estatal.

Nociones generales del negocio

Cabe aclarar que el Segemar ha dividido todo el territorio nacional en cuadrículas, que denomina Cartas. Si vuelca datos topográficos, se llamará Carta Topográfica; también hay Geológicas, Geoquímicas, de Geofísica Aérea, etc. en diferentes escalas. Cada carta se identifica con un nombre de la geografía comprendida. Por ejemplo, a la zona de Chilecito, Famatina, Villa Unión le corresponde la Carta “Villa Unión”; Andalgalá está dentro de la Carta “Belén”, “Cerro Vanguardia” comprende el sector de la mina homónima, etc.

Las Cartas u Hojas de Geofísica Aérea que fue publicando el Segemar desde 1995, están confeccionadas a Escala 1:250.000 y comprenden en especial toda la zona cordillerana y la Patagonia, o sea, aquellas regiones donde los estudios geológicos previos indicaban zonas de “mineralización”, es decir enriquecidas con minerales valiosos, a partir de vulcanismo o afloramientos magmáticos.

En las Cartas de Geofísica Aérea se han volcado los resultados de los relevamientos gammaespectrométricos, identificándose con una escala de colores las diversas concentraciones detectadas de radiación gamma del Uranio, Torio y Potasio. En un lateral de cada carta están las especificaciones técnicas de los relevamientos, entre ellos detalles del vuelo de los aviones, la aparatología empleada, el nombre de la empresa que hizo el trabajo (todas son canadienses), etc. Como dato de color, podemos destacar que hasta la matrícula de los aviones empleados es del Canadá.

Es importante para el estudio de este tipo de Carta, que sea cotejada con las imágenes de Google Earth. Normalmente, las zonas de mayor concentración de Uranio y Torio (más coloreadas) coinciden con un yacimiento o mina. De esto se deduce que las empresas mineras han conseguido el material en el Segemar y han ido directamente al blanco. Es decir han cazado en un zoológico. Lo cual vendría a desmoronar el argumento de que tienen “cuantioso gastos en inversión en exploración”, obviamente, excepto los referidos a los estudios físicos sobre el terreno. En todo caso, para aseverar esto, las empresas deberían poner a disposición del público los estudios que han realizado en ese sentido y, como no podrían ser de otra manera, ninguna de las mineras abre sus archivos.

El Segemar también elaboró estos mismos estudios pero con una altísima precisión, que llamó Geofísica Aérea-Datos Digitales, que están a la venta por miles de dólares, inaccesible para el ciudadano común, pero regalado para las mineras.”

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