En un sólo golpe, hacer tronar el escarmiento en todo el ámbito del transporte colectivo de pasajeros

Dota se caga en todo… mientras los dejemos…“Si la empresa no cumple con cualquiera de los puntos que debe solucionar esta semana, a las 0 horas del lunes 3, la 60 vuelve a parar”.

Luego de cinco días de un paro total de actividades, los 1.500 choferes de la mítica línea 60 de colectivos (Dota) decidieron el viernes suspender la medida de fuerza, a la espera del cumplimiento de sus legítimos reclamos pactados en junio último en el ministerio de trabajo.

Al conflicto le cayeron encima  todos los aparatos represivos del Estado y las patotas de la empresa y el sindicato, y los medios de comunicación del sistema, que permanentemente intentaron desvirtuar el conflicto, bajo el argumente del perjuicio que causaba a las 250 mil personas que utilizan el servicio diario. Esto, como si los mismos no fuesen víctimas de estas empresas, que “brindan” un servicio insuficiente y pésimo frente a la creciente demanda de trasporte.

Los cotidianos y violentos aprietes de las patotas armadas dejaron un saldo de seis trabajadores heridos, uno de ellos de gravedad, y un auto incendiado de uno de los delegados. Estos hechos sólo lograron 3 cosas: fortalecer la decisión de lucha de los trabajadores por su justa causa, aumentar el nivel de organización y participación en ésta y  retomar de hecho la democracia directa, el arma más efectiva desarrollada por los trabajadores y de comprobada eficiencia a nivel nacional.

Esta arbitrariedad manifestada por los monopolios del trasporte y su Estado, se expresa en todas la líneas del transporte urbano y suburbano, lo que hace necesario tomar el ejemplo y generalizar el conflicto, para que en un sólo golpe  hacer tronar el escarmiento en todo el ámbito del transporte colectivo de pasajeros y así terminar con la soberbia e impunidad empresarial  sin límites, que afectan a los trabajadores del transporte y a todos los que nos movilizamos en los mismos.

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