Las elecciones y un instante de “gloria”

El triunfo en las urnas es en el terreno de la democracia burguesa. El acto electoral es un “momento” en donde el pueblo tiene que optar por una de las alternativas que el sistema propone arbitrariamente.

Pero así como la apatía, el asco, el rechazo a toda la pornografía sistematizada ganó a la población antes de emitir el voto, hoy lunes la situación no variará en absoluto a no ser que veamos la otra cara de la luna.

La elección pasó y los problemas quedan, no hubo expectativa antes no la habrá ahora, pero lo que no se detendrá es lo que ya se ha echado andar desde hace ya mucho tiempo, la vida cotidiana nos pone de frente a los problemas reales y una parte muy importante de nuestro pueblo que también ha ido a votar y su voto fue para CFK está decidido a luchar, a movilizarse y tomar nuevos enviones por sus reclamos.

El hecho de que el pueblo vote no significa que dejará en manos del gobierno su futuro. Pues en la lucha desatada por la clase obrera y el pueblo es donde se van determinando los caminos de nuestro futuro.

Con este triunfo electoral las instituciones de la burguesía no resuelven la esencia del problema. Nadie cree en los políticos, en la justicia, en las fuerzas de seguridad, nadie le da un cheque en blanco a quienes desde esas instituciones nos dominan.

Ese problema la burguesía monopolista no lo resuelve con esta elección y allí radica la crisis política que tienen.

Desde nuestra idea revolucionaria consideramos que los próximos meses las luchas por las conquistas económicas y políticas tensarán todas las fuerzas en pugna, las clases pasarán a mostrar sus potenciales y cada día la brecha entre el gobierno de los monopolios por un lado y la clase obrera y el pueblo se irán acentuando, es en ese terreno que nuestra confianza hacia la profundización de la lucha es ilimitada, éste es nuestro terreno que nada tiene que ver con un  acto o un instante “democrático”.

Hoy lunes se continuará con la autoconvocatoria, por fuera de las instituciones, se seguirá experimentando la democracia directa, se irá conquistando palmo a palmo en lo económico y en lo político, se seguirán desarrollando las organizaciones políticas revolucionarias, de protesta, por cada rincón de nuestra geografía, la movilización irá proliferando.

Ese es el camino que las mayorías realizan todos los días del año y se expresa de una u otra forma. Desde la firme convicción de ésta idea la burguesía en nuestro país no podrá tapar el sol con una mano y rápidamente este acto de un “instante democrático de gloria” pasará al olvido y dará paso a la vida real de la clase obrera y del pueblo empujando como hasta ahora a millones a la lucha por la dignidad del hombre.

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