La llamada eliminación de los subsidios sólo es humo para disminuir los ingresos de la población

Todas las medidas políticas, económicas y/o sociales que toma la burguesía para sostener, contra la corriente, al podrido sistema capitalista, están envueltas en papel de regalo para provocar confusión, desviar la atención y ocultar sus verdaderos motivos.

En estos días todos los medios están bombardeando con el tema de la eliminación de los subsidios al transporte, la energía eléctrica, el gas, etc., en una palabra, los servicios.

Está claro que los subsidios existentes son para beneficio de las empresas y no para los usuarios, ya que cuando se habla de que no se van a dar más subsidios, no se toca ni de refilón, la idea de que las empresas vayan a achicar sus ganancias. Sólo se discute cómo y qué franja de usuarios va a pagar el aumento.

Pero veamos detrás de toda esta cortina de humo, lo que verdaderamente ocurre.

Acá, lo que se trata, no es la eliminación de subsidios a pesar de toda la campaña desinformativa que se hace minuto a minuto y en la que se prenden todos los sectores burgueses sea cual fuere su camiseta política. Simplemente se trata de aumentar el costo de los servicios, ajustar los ingresos de trabajadores y sectores populares que es lo mismo que reducir el salario.

Ochenta mil millones de pesos que ya están presupuestados para distribuir entre los monopolios no van a dejar de distribuirse entre los mismos. La economía capitalista se basa en que todo lo que recauda el gobierno oligarca sacándoselo a los bolsillos populares se utiliza para beneficio de los monopolios para sostener e incrementar sus ganancias. Así que, además de lo que está presupuestado y blanqueado, se utilizarán más recursos públicos a favor de esos monopolios.

Todos los movimientos, decisiones, medidas e ideas que emanan de las instituciones gubernamentales están destinados a ese fin. Esto es Capitalismo Monopolista de Estado.

Todo Estado “serio”, según la expresión de la presidenta, es decir, capitalista, se dedica a eso.

Los subsidios a los monopolios no van a achicarse, por el contrario, van a incrementarse porque así funciona la economía capitalista. Son tan grandes las masas de dinero que se requieren para poner en funcionamiento los medios de producción (fábricas, explotaciones agropecuarias, centros comerciales, etc.), y tanta la necesidad de competir entre ellos y con el resto del mundo, por medio centavo de diferencia, para conquistar, sostener e incrementar los mercados, que para ellos es vital disponer de esas sumas multimillonarias que sólo el Estado es capaz de recaudar. Porque el capital en sus manos estará siempre destinado a ser incrementado, y nunca a ser utilizado para beneficio de la población. En tal caso, la población sólo es el medio que utilizan para aumentar sus ganancias.

Por eso, y debido a que esto es sólo humo para ocultar un golpe más a los ingresos de la población, la forma de frenar la carestía de la vida y la inflación que sus propias medidas generan, es luchar, movilizarse y organizarse por el aumento de salarios y, en general, por mayores ingresos para las mayorías laboriosas del pueblo de nuestro país.

Pero, por todas estas razones, el camino por el aumento de los ingresos, no puede agotarse en la lucha por el salario, ya que tan pronto como se gane, la burguesía va a generar mecanismos para achatarlo nuevamente. Nuestra lucha debe sostenerse, profundizarse e ir más allá con el objetivo de romper para siempre la lógica del mantenimiento de este sistema generador de pobreza y marginalidad.

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