Incendio en fábrica textil de Vicentín: Un negocio caliente detrás de una cortina de humo

En la madrugada del sábado 4 de Febrero, se desató un voraz incendio en la planta industrial de Algodonera Avellaneda, ubicada en la ciudad de Avellaneda, Pcia. de Santa Fe. Dicha planta, conocida como “Hidrófilo Estrella”, pertenece al monopolio Vicentín.

El fuego comenzó en la sección de materia prima, desde allí se trasladó a toda la planta, provocando la pérdida casi total en maquinarias y en infraestructura.

El directorio de Vicentín, en distinto comunicados transmitió verdaderas mentiras e intenta no sólo engañar a las más de 250 personas que trabajan allí, sino que su cinismo está dedicado a todo el pueblo.

En los últimos días del año 2011, los obreros narran, que extinguieron un incendio que arruinó toda una línea de producción. Hace dos semanas también extinguieron otro principio de incendio.

El pasado sábado a la madrugada, cuando fueron a extinguir el fuego se encontraron  que les habían quitado la presión al agua, por disposición de la empresa. Los obreros, en todo momento responsabilizaron a la empresa.

En sus comunicados, el Directorio, intenta dar lástima y hacerle creer al pueblo, que todos se unieron para  tratar de salvar la fábrica, que ellos son los máximos perjudicados en estos sucesos. La realidad indica otra cosa. Los obreros, que ya tuvieron un encontronazo con el monopolio en la última huelga histórica, rebalsan de odio, ya que consideran que fue provocado, inducido. De lo contrario ¿cómo justifican las irregularidades en todo el sistema interno de seguridad? Los extinguidores descargados, la falta de presión en las mangueras anti incendios.

Una muestra más de cómo los monopolios hacen lo que se les antoja en materia económica y política. El único freno es la movilización y lucha constante frente a sus atropellos.

Estamos hablando de una textil con tecnología de punta y de un monopolio que cuando se trata de vigilantear y disciplinar a los obreros no se le cae de la boca la palabra seguridad laboral.

Aquí observamos una vez más, como el Estado está a su servicio, la falta de control, el no cumplimiento en la seguridad y salud laboral, a parte de los subsidios, es el mejor papel que cumplen.

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