Así no podemos seguir

Y dale con que no entendemos, que la situación es compleja, que la marcha de la economía y bla, bla, bla… Nos llenan de números y de estadísticas, pero lo que está en juego es nuestra calidad de vida, nuestras familias.

Los grupos económicos son los que deciden qué se produce, cómo se produce y para quién se produce. En el sistema capitalista se beneficia una ínfima minoría; mientras todo el resto sufrimos y padecemos las consecuencias de ese saqueo.

El gobierno está a su servicio y que no queden dudas que su único objetivo es profundizar el ajuste contra el pueblo, generando un agravamiento en nuestras condiciones de vida:

  • Trabajamos cada vez más y los salarios alcanzan cada vez para menos
  • Los precios de todo aumentan todo el tiempo, incluidos impuestos y servicios
  • Los “aumentos” salariales que conquistamos se los devora una inflación galopante
  • Empeora la atención en la salud y la educación públicas, desamparo absoluto
  • Viajamos expuestos a una nueva tragedia cada día, para ellos nuestra vida no vale
  • Nada puede preverse, la inseguridad y la angustia predominan en cada hogar
  • No tenemos “vida”, ni descanso ni esparcimiento, todo es trabajar para subsistir

 Cuando reclamamos lo que nos pertenece, nos miran desde una montaña de plata y nos dicen “que es mucho”, “que no pueden”, “que no nos corresponde”. Nuestro tiempo  nunca llega… ¿Hasta cuándo tenemos que esperar?

Que les quede claro: somos nosotros, los laburantes, los que producimos todas las riquezas, y ya sabemos de sobra que la única que tenemos es seguir plantándonos para arrancarles lo que es nuestro. Ellos nunca nos regalaron nada, en nuestras manos está la solución.

Por eso, estamos ganando las calles y esa fuerza golpea los planes de los poderosos. Conflictos en las fábricas, en las barriadas, en las escuelas, en fin, en todos lados; donde empezamos a imponer nuestras necesidades por sobre su interés inhumano, que es el de las ganancias. Y eso los pone en crisis. Tenemos que avanzar; nuestros sueños y aspiraciones políticas de cambios profundos surgen desde el corazón de esas luchas.

EL PROYECTO REVOLUCIONARIO YA ESTÁ EN MARCHA PARA TERMINAR DE UNA VEZ POR TODAS CON TANTA INDIGNIDAD Y UNA VIDA SIN PERSPECTIVAS.

 Profundicemos la movilización, la organización, la acumulación de las fuerzas populares y su unidad, contra esa clase monopolista y su gobierno que nos priva de una vida digna; y construyamos así un país que disfrutemos quienes de verdad lo hacemos grande: los trabajadores y el pueblo.

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