YPF es absorbido por Chevron

El 24 de agosto del 2012 se iniciaron las negociaciones entre YPF, estatizada, y una de las empresas más grandes del mundo, Chevron, cuyas oficinas centrales se encuentran en EEUU.

Este día jueves, mientras una parte de nuestro pueblo expresaba en las calles el hartazgo al cual intenta someternos el gobierno con su política promonopolista, entre gallos y media noche, YPF firmó hoy un ‘Memorando de Entendimiento (MOU)’ con Chevron  para explorar oportunidades de desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, Neuquén, y a estudiar la potencialidad de aplicar la recuperación y mejora asistida en sus respectivos yacimientos, a través de nuevas y existentes tecnologías y componentes.

Poco a poco va tomando nombre y apellido el significado de “Estatización” de las empresas que, como YPF, se integran decididamente al proceso de concentración mundial producida en los marcos de graves crisis políticas y económicas del sistema capitalista.

Cuando el Estado es de los monopolios es un contrasentido hablar de Estatización.

Como ya se produjo con otras “estatizaciones”, por ejemplo con Aerolíneas Argentinas, estas empresas comienzan a ser parte de un complejo entramado de intereses ya concentrados a nivel planetario y desde el vamos se supeditan a esa centralización de decisiones políticas que nada tienen que ver con los intereses de nuestro pueblo.

Comienza una etapa donde, desde el vamos, rigen los intereses supremos de la ganancia de los monopolios que se van imponiendo a nivel mundial.

En este caso YPF es absorbida por Chevron con la complicidad del Estado monopolista y su gobierno. No hubo ni habrá negociación, hay imposición. Ahora sí “Argentina se integra al mundo por la puerta grande”. Son épocas de profundos cambios, los procesos de concentración económica y centralización de capitales lleva inexorablemente a la subordinación incluso de grandes monopolios por otros mayores, algo parecido está sucediendo por estos días con la siderurgia y de allí tanto bravuconeo del gobierno con Techint.

Es en este contexto internacional y nacional que los pueblos del mundo y el nuestro en particular no toleran imposiciones. Se abre una época de revoluciones sociales, de nuevos aires capaces de adecuar las potencialidades de los pueblos al desarrollo de nuevos Estados revolucionarios.

Con este memorando firmado el gobierno argentino entrega una parte muy valiosa de nuestras riquezas y profundiza un período nefasto de saqueo a favor de la oligarquía financiera a la cual pertenecen.

Nuestro pueblo, una vez más, subsidiará a los monopolios, pero esta vez ya no se trata de un monopolio de segundo orden como Repsol, estamos hablando del predominio de un monopolio que, como Chevron, trasciende el negocio del petróleo en sí mismo,  ya que es parte indisoluble del complejo industrial militar del imperialismo en todo el mundo. Es parte integrante de la jefatura política que trasciende ya las fronteras de uno u otro Estado. Es lo más concentrado de la oligarquía financiera de cuerpo y “alma”.

Para que YPF sea nacionalizada en el sentido estricto de la palabra es necesaria una revolución que comience a construir un Estado revolucionario, socialista obrero y popular.

A partir de tener el poder el pueblo movilizado, con la capacidad científico técnica que poseemos y bajo un plan nacional que ponga al hombre como objetivo de todo el proyecto y no los negocios, seguramente encontraremos las políticas más adecuadas para explorar y explotar racionalmente nuestras riquezas a favor de 40 millones de compatriotas.

Estos trascendentes “acuerdos” exigidos por los monopolios se intentarán llevar adelante con la furia necesaria y la premura del caso, es allí en donde vamos entendiendo el plan de “100 días” elaborado por el Gobierno en el tema petrolero. “Vaca Muerta” es la joya de la abuela, ahora en manos de Chevron. Pero que sepa este gobierno que la moneda sigue en el aire, que las clases están tomando partido, que la brecha que separa a uno y otro contendiente se ensancha y los proyectos imperiales se empantanarán una y otra vez.

 

Compartí este artículo