Dos números diferentes no son iguales

La perorata de siempre. La “bondades” del modelo y de la política del gobierno, son adornados con un montón de cifras a las que la tribuna del recinto aplaude como si fueran una expresión superlativa y evolucionada de la realidad que intentan reflejar, pero que no son más que una espantosa burla.

Cuando la presidenta anunció con pedantería que la jubilación minima pasaba de 1.800 a 2.100 pesos, la tribuna apabulló de aplausos el recinto, y Cristina sonreía con jactancia y autosuficiencia como es su costumbre, como diciendo “vieron que estoy cumpliendo con los pobres viejos”.

Para quien mira y oye semejante espantajo de anuncio, no le queda otra que mandar todo este gobierno al carajo. El discurso de la presidente arrancó con la entrega de  créditos a una decena de empresas alimenticias, autopartistas, químicas, y farmacéuticas (entre otras), y a renglón seguido dedicó una buena parte de sus palabras a plantear que estos créditos están dedicados al incremento de la producción para la exportación de productos. Se despachó con cifras como que los montos de créditos y subsidios a la producción otorgados por este gobierno superan los 17.000.000.000 millones de pesos y de inmediato hablo de la creación de nuevos puestos de trabajo etc., etc. Como contrapartida, planteó a los trabajadores que sus aumentos salariales no deben ser mayores del 20%, porque según dijo, los salarios en nuestro país desde que está en el gobierno, aumentaron un 130%…

El aumento nominal de los salarios puede ser infinito, por ejemplo del 10.000%, pero el aumento real es paupérrimo, como pretende la presidenta y los monopolios.  La inflación real es diferente de la nominal. Para el gobierno, la inflación real es del 9% anual pero, sólo es una denominación para esconder que hay una inflación mucho mayor.

La del gobierno es una inflación nominal, pues la inflación real triplica el 130% que según ellos aumentaron los salarios desde su gestión. Un salario de 5000 pesos es un salario nominal de el hay que, deducir la cuota de desvalorización del peso, el 50% de inflación y recién después, de lo que queda de los 5000 pesos, se hacen los números reales. ¿Y qué tenemos? Que 5000 no son 5000 porque alcanzan para mucho menos; y además,  tenemos que lo que un obrero cobra a fin de mes es menos de lo que figura en el sobre. No sólo ello, tenemos una versión nacandpop de las matemáticas By modelo Cristina, que pueden afirmar que dos cifras diferentes son iguales.

Desde su asunción, el gobierno K ha profundizado como ningún otro la centralización del capital y la concentración política en manos de la oligarquía financiera, poniendo al Estado y a todas sus instituciones al servicio del poder monopolista; ha consolidando la entrega de recursos minerales de todo tipo y ha garantizando el saqueo de los mismos indefinidamente. Está diezmando la tierra en favor del biocombustible y de la soja. Es el único gobierno que construye hospitales vacíos que no funcionan, cosa que ya todos sabemos.

Pero y fundamentalmente, es el  gobierno que en el 2012 ha tenido que soportar a razón de cinco paros y movilizaciones diarias, porque es el gobierno que tiene una decidida orientación contra la clase obrera y la amplia gama de trabajadores de nuestro país. Como queda demostrado con la vigencia de las leyes de flexibilidad laboral, la nueva ley de accidentes de trabajo, el impuesto al trabajo (llamado ganancias), etc.

Todas sus políticas están profundamente enraizadas con la oligarquía financiera mundial y sus pretensiones de esclavitud asalariada que garanticen sus ganancias. El profundo rechazo que la clase obrera y el pueblo tiene a todo esto, se expresa ya, en paros y luchas, poniendo sobre el tapete que ningún tope salarial y menos aún, a costa de un incremento de los niveles de explotación, puede frenar la conquista de salarios dignos.

Compartí este artículo