Un paro que abre nuevas condiciones para las conquistas de los trabajadores y el pueblo

Un paro tiene paralizada toda la industria química y petroquímica de Zárate, Campana y Baradero (Buenos Aires), Gualeguaychú y Larroque (Entre Ríos).

El epicentro del conflicto es la empresa TFL Argentina situada en el polo petroquímico de Zárate. Dicha empresa fabrica y vende productos para la industria del cuero y provee a tapiceras automotrices, tapicerías de muebles para el hogar, industria del calzado y del vestido, entre otras.

En el mes de setiembre del año pasado, T.F.L. Argentina solicitó la apertura de su concurso preventivo por  cesación de pagos. En ese momento, el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas Zárate realizó 12 días de paro afectando a las todas las compañías químicas que trabajan en el parque industrial de Zárate y Campana.

La intención de la empresa es dejar de producir y dedicarse a la importación y exportación de productos químicos, para lo cual no necesita de todo el personal que hasta hoy trabaja en la misma. Por tal razón envió 74 telegramas de despido lo cual generó la inmediata medida de fuerza que se lleva a cabo en las regiones mencionadas al principio de la nota.

A consecuencia del paro por 48 hs. están paralizadas las empresas Monsanto, Lanxess, Petrobras, Bayer, Bunge, Urea, Dak, Carboclor, Air Liquide, Atanor, Rohm and Haas, Clariant, Agrofina, Unilever y Praxair, lo cual desabastece al país de insumos hospitalarios, para la industria alimentaria, y agropecuaria entre otras.

El hecho cobra mucha importancia porque la medida no se limita a la fábrica afectada sino que se extiende a una gran región de la misma rama industrial haciendo nacional el conflicto por la defensa de los puestos de trabajo.

En el marco de las negociaciones que comenzaron en el mes de diciembre con la conciliación obligatoria que la empresa no acató, se le exige al sector petroquímico la absorción de los despedidos a fin de que no quede ningún trabajador cesante.

Tanto el marco del paro en la rama, como la propuesta de absorción del personal echado llevada adelante por el sindicato, es una expresión de la situación del estado de ánimo de los trabajadores lo que ha elevado el piso de las luchas de la clase obrera en el plano nacional.

Este nuevo nivel alcanzado por los obreros petroquímicos, es el germen de un nuevo tipo de enfrentamientos que, de aquí en más, se deberá tener en cuenta para la lucha de clases en nuestro país ya que rompe con una mecánica que hasta aquí venían sosteniendo los gremios en complicidad con las empresas y gobierno a fin de mantener aislados e imposibilitados de extenderse a cualquier conflicto que se diera en los diversos puntos del país. Además, se la hace responsable a toda la burguesía del sector por la situación de los despedidos, lo cual le da un carácter pólitico al problema.

De ahora en más, va a ser mucho más difícil para los sindicatos, los monopolios y el gobierno circunscribir los conflictos a los límites de la empresa en donde se produzcan y evitar el carácter político de los mismos.

La clase obrera y los trabajadores debemos tener como nuevo piso esta experiencia a fin de ir nacionalizando cada una de las luchas que vayan generándose en cualquier parte de la geografía del país, e incluso superar el marco de la rama específica para buscar, además, la unidad de clase en cada parque industrial, zona y región, tratando de vincular también al pueblo, hasta transformar en nacional cada agresión que los monopolios y su gobierno intenten aplicar contra los trabajadores. Entendiendo como tal, a la pérdida de puestos de trabajo como en este caso, al mantenimiento de condiciones de trabajo nocivas para la salud e integridad, al intento de profundizar la explotación de la mano de obra, a la negativa de aumentos que ayuden a paliar los magros sueldos actuales, al sostenimiento del impuesto al trabajo (llamado impuesto a las ganancias), y a toda otra causa como la inseguridad, la educación, la vivienda, la salud y otras injusticias tendientes a reducir la masa salarial y nuestras condiciones de vida.

Este es un momento muy particular en que se están abriendo las paritarias en el marco de un año electoral en donde la burguesía intentará por todos los medios amenguar todo tipo de conflicto.

Por todas esas razones y, dado el antecedente de esta lucha que sube un escalón más los enfrentamientos de clase, es que aumenta la necesidad de avanzar con decisión en instalar en todo el país, el piso de un 40% mínimo de aumento para todos los trabajadores, conscientes de que esa consigna unitaria encenderá una mecha provocando un fuego que abrazará a todo el país y contribuirá así al retroceso de las pretensiones burguesas y al avance de una conquista que significará un alivio para nuestras vidas a la vez que reforzará nuestras energías para avanzar en unidad, organización y acumulación de fuerzas para los grandes enfrentamientos que se avecinan en el marco de nuestra lucha por la liberación del poder burgués.

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