Ingenios San Isidro y El Tabacal: la unidad es lo que permite el triunfo

Masivo el apoyo del pueblo de Campo Santo recibieron los trabajadores del ingenio San Isidro, en la marcha que se realizó la pasada semana, donde centenares de  pobladores, entre los que se encontraban una gran cantidad de docentes y alumnos marcharon junto a trabajadores y familiares  por las calles del pueblo para respaldar la huelga por tiempo indeterminado que desde hace más de una semana llevan adelante los trabajadores del ingenio frente a la negativa de la empresa a conceder un aumento superior al 16% en las actuales paritarias.

La determinación y firmeza de los trabajadores en su lucha, junto al “estado de guerra” declarado por le pueblo contra la empresa que desde hace mas de 150 años viene explotando y sangrando a toda la región, forjó la unidad política necesaria para doblar el brazo de la burguesía y su Estado.

La movilización rápidamente se convirtió en mensaje político para el poder que, nerviosamente, el pasado viernes concedió todas las demandas de los trabajadores y un 32% de aumento efectivo en los salarios.

Esta misma determinación de unidad y lucha, presente en todos los pueblos de la industria azucarera, hizo que la empresa Ingenio San Martín del Tabacal, frente al paro por tiempo indeterminado decretado para mañana martes 18, y continuando con su política de amedrentamiento dirigida a quebrar voluntades y dividir a los trabajadores, haya decidido un lock-out patronal y comience con el vaciado y la detención de su planta.

En un comunicado, la empresa manifiesta que: «Tabacal entiende que debe preservar la integridad de las personas, proteger sus equipos e instalaciones y minimizar riesgos ambientales o de posibles contaminaciones”.

Pero sus políticas terroristas ha llegado un minuto tarde, la unidad que permitió el triunfo en Campo Santo ya es una echo y una arma política que recorre las canchas del pueblo trabajador, que junto a la larga historia de combativos enfrentamientos de los trabajadores del El Tabacal contra la soberbia patronal, sin dudas se sintetizarán en un nuevo salto en la calidad de la lucha, en la industria azucarera y toda la clase trabajadora.

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