“CIERRE DE ACINDAR”: mentira 1, mentira 2, mentira 3

El día lunes pasado, los grandes medios de la burguesía titulaban a toda pompa –pesos más, pesos menos-: “Por caída de la demanda, Acindar cierra diez días”, haciendo referencia a la producción en la planta que posee la acería multinacional (controlada por el grupo Arcelor Mittal) en la santafesina localidad de Villa Constitución. En la “bajada” de la noticia se hace mención a una “crisis en la industria siderúrgica”, lo que llevaría a este “cierre” entre el 18 y 28 de marzo.

La empresa informaba que “a raíz de la caída en la demanda de los productos, que se viene registrando desde diciembre pasado” esta decisión “se trata de una medida preventiva para no afectar el empleo”; agregando que “este plan no contempla, al menos por el momento, suspensiones”…

Rapiditos para los mandados los medios de la burguesía hacen de una verdad a medias una mentira absoluta, que persigue claros objetivos políticos de amedrentamiento, no sólo a los obreros de Acindar sino a la clase obrera y los trabajadores en general.

La primera mentira es que la fábrica “cierra diez días”. Sólo parará el sector de acería, que si bien es uno de los más importantes, el sector PIIA (que produce alambrones y barras, como así también distintos tipos y calidades de alambres), sigue su marcha en condiciones de producción totalmente habituales.

La segunda mentira refiere a “la crisis en Acindar”. Si bien puede ser cierto que –como informan ellos mismos- se haya caido un pedido de  88.000 toneladas; hay que decir que esta enorme empresa multinacional tiene capacidad para producir 1.800.000 toneladas… Y que durante estos últimos años, la producción siempre estuvo en el orden de 1.400.000 toneladas y 1.500.000 toneladas…

El pedido “caido” al que hacen referencia (hipotético causal de esta medida) además es anual, o sea, hay que dividirlo en los 12 meses… Queda claro que la realización o no del mismo no varía absolutamente en nada el volumen global de la producción de Acindar.

Si nos guiáramos por dichos de la propia gerencia en mesas de negociaciones, la realidad pareciera ser que «con la eliminación de los subsidios ahora tendremos que pagar 20,000,000 U$S más de gas y electricidad»; y si a esto le sumamos, lo comentado por uno de los representantes de Recursos Humanos cuando señala que «Si mañana Macri firma los decretos para realizar todas las obras de infraestructura prometidas, el panorama cambia totalmente”, empezamos a entender mejor de qué se trata todo esto… No olvidar que en nuestro país, el mercado de hierro para la construcción lo tiene cautivo Acindar.

En pocas palabras, la empresa (una vez más) pone de rehenes a los trabajadores y tienen el Estado a su servicio, que implementa las politicas en función de sus intereses, por más subsidios y mejores negociados.

Mientras tanto, la representación gremial que se autotitula «dirigente», en vez de plantarse y denunciar esta extorsión, está negociando «el mejor porcentaje «…

No es menor -y hay que sumarlo a esta situación-, que este parate lo hacen la semana previa a que se inicien las paritarias… lo que no es otra cosa que una vuelta de tuerca más al intento de apriete contra la clase obrera.

Un dato para agregar que nos habla de la hipocresía de este monopolio es la información que se conoció hoy, en donde Acindar anuncia que “bajará un 5% sus productos para acompañar al gobierno en su lucha contra la inflación” (textual). Es evidente que pretenden que esa “rebaja” la paguen los trabajadores, devaluando nuestros ingresos. Pequeño detalle…

Lo antedicho deja al desnudo las mentiras que nos tiran los medios  de desinformación y su intencionalidad política. Acá nadie se chupa el dedo. Estas presiones que ejercen las empresas como Acindar -tomándonos a los trabajadores como rehenes- buscan achatar la masa salarial y conseguir nuevas prebendas cerrando nuevos negocios con su Estado.

En la empresa en este momento nadie habla de despidos, ni se les ocurre. La medida anunciada serán suspensiones, donde en realidad aprovechan para limpiar los legajos de los compañeros, obligando a que se tomen las vacaciones que hay pendientes y los francos compensatorios que se tienen acumulados. De ahí a “cerrar diez días”, hay un trecho bastante largo…

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