Mentiras, complicidad y un solo objetivo: disciplinar a los trabajadores

El 30 de marzo, en la planta que Volkswagen tiene en Pacheco, se hizo una «asamblea» general para informar a la totalidad de los trabajadores el «arreglo» al que han llegado el SMATA con la compañía: estabilidad laboral hasta fin de 2016, suspensiones para 1/3 del personal (1.350 trabajadores) el cual rotará cada semana y esa gente cobrará los días de suspensión al 75% de su salario, a esto se le agrega el retiro voluntario. Dicha reunión informativa (no asamblea) fue encarada por el secretario general Ricardo Pignaneli y por su segundo, «Paco» Manrique.

En un acto de total impunidad se le impone al conjunto lo que la empresa les ordena a ellos llevar adelante, una falta de respeto total a las tradiciones obreras donde se hace una “asamblea” y no se decide nada, sino que se impone lo ya resuelto por arriba. Vale aclarar que el acuerdo fue firmado en el Ministerio de Trabajo el día anterior a la “asamblea” general. Hace un mes que vienen dando vuelta con esto, empezaron con que iban a imponernos un 50% del pago y a través de la bronca expresada, tuvieron que poner paños fríos y subir la miserable «oferta», terminando en un 75% los días no trabajados. Al ser rotativas para todo el personal, las suspensiones hacen que, trabajando 9 días al mes y estando 12 días en tu casa, cobres un 17% menos, cosa que a principios de mes la empresa quería que sea un 40%.

Así pretende mostrarse el SMATA...

Así la vemos los trabajadores...

 Ahora bien, esto es un simple relato de la situación pero… ¿Qué hay detrás?

El discurso por parte del sindicato se centró en dos cuestiones fundamentales: una la crisis de Brasil y el mercado interno; y la otra, que lo importante es defender los puestos de trabajo argumentando que “la fábrica era nuestra casa y que la íbamos a defender sea como sea”. El viernes pasado la empresa edita la revista “Nosotros” que es dirigida y repartida a todo el personal mes a mes. En la editorial, escrita por el nuevo presidente de la compañía (Pablo Di Si), comparan el nivel de producción con los años record en producción y ventas 2011 y 2013 respectivamente, planteando un panorama de clara caída de la producción. Pero en una oración del final, deja claro lo cuál es su objetivo (textual): “Es por eso que nos vemos obligados a adecuar nuestra compañía a los volúmenes reducidos, mejorando a su vez nuestra productividad para ser nuevamente competitivos y así poder sobrevivir a esta profunda y larga crisis”. Para graficar lo que dice hicimos el siguiente gráfico:

Hasta acá presentamos una descripción de la situación y los objetivos que tiene la empresa. Pero si nos quedamos solo con esto seríamos buenos analistas de la situación y de lo que se trata es transformarla.

Es claro que la burguesía está tratando de tomar iniciativas para aplacar el avance que tuvimos como pueblo. Es verdad que en cada intento ellos pueden avanzar en los objetivos económicos (como en este caso), pero lo que no logran son avances en el aspecto político. Y nos referimos a que no logran que los trabajadores crean en sus instituciones, en sus propuestas, en sus formas para resolver los problemas de la producción y menos, los del ser humano.

¿Qué trabajador cree en que el sindicato va a defender los intereses de los trabajadores? ¿Qué trabajador cree que la empresa está preocupada por lo que nos pasa a los trabajadores? ¿Qué trabajador cree que el Parlamento va a sancionar leyes a favor nuestro? Esta es su debilidad y su verdadera crisis.

Por eso, el desafío que tenemos como clase es dar cuerpo y vida a la alternativa política, tomar iniciativas prácticas que logren sintetizar y unir ese profundo sentimiento de que así las cosas no van más.

Tomar como ejercicio cotidiano la unidad de los trabajadores desde el enfrentamiento a estas iniciativas, con acciones de todo tipo -pequeñas y grandes-, encuentros con trabajadores de otros sectores de otras fábricas, en los barrios, a las que estamos unidos no solo por lazos de vecindad sino de vida y de comunidad. Así logramos hacerlos retroceder.

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