Días que anuncian que algo está por venir

Son días que anuncian que algo distinto va a suceder.

Las clases sociales pasan de un estado de medir fuerzas a un estado de enfrentamiento.

El estado de ánimo de millones se expresa de infinitas formas. Hay una decisión tomada: enfrentar cada política llevada a cabo por el gobierno contra las mayorías explotadas y oprimidas.

La resultante de los hechos que están aconteciendo a diario, y sobre todo por la vertiginosidad de los mismos, no necesariamente sea el resultado de la pretensión de una clase sobre otra, la historia de la humanidad lo puede ratificar.

La crisis política se agrava y todo lo que sale del poder y de las instituciones del Estado es pudrición, ampliamente detallada por nuestro Partido en notas anteriores.

Hoy amanecemos con dos hechos que se suceden al mismo tiempo y contradictoriamente. Por un lado aumento brutal  del transporte, lisa y llanamente una expropiación al ya alicaído salario y por el otro la extraordinaria lucha de los obreros de Unilever plantándose frente a la empresa, a gendarmería y al ministerio de trabajo, para reclamar una serie de reivindicaciones que apuntan a mejorar la vida de cientos de trabajadores.

Esta es la Argentina de hoy, una burguesía monopolista que no puede gobernar como quisiera hacerlo y un proletariado y un pueblo decidido a cambiar el rumbo de las cosas. Esto es una clara agudización de la lucha de clases y cuando ello pasa no necesariamente esperemos que las resultantes tengan previsibilidad.

En éstas circunstancias los revolucionarios tenemos que tener firme el timón hacia el proceso de la lucha por el poder y a la vez hacer lo que tenemos que hacer, empujar la historia hacia adelante y multiplicar los esfuerzos para que en épocas como éstas la resultante cotidiana ponga en caja toda decisión del gobierno  y a la vez se fortalezcan todas las bases materiales, las fuerzas concretas, las organizaciones y metodologías capaces de imponerles un “estate quieto” al poder burgués.

Nada debe sorprendernos del futuro inmediato, hay río revuelto en la lucha de clases, los hechos se suceden uno tras otro y la historia real, la vida misma fluye rápidamente.

Las condiciones de vida se han agravado notablemente, pero hoy a diferencia de otros momentos de nuestra historia acelera el proceso de crisis política de la burguesía, una tras otra las “figuras” de las instituciones se desploman en horas.

Pero sabemos por experiencia de generaciones que en circunstancias similares, a la clase dominante le atemoriza la sola idea de una aparición de una alternativa revolucionaria que le cuestione su debilitado poder.

Por éstos días que fluyen con notable voracidad las fuerzas del pueblo se están templando, buscan nuevos cauces y la disposición a cambiar es notable.

Parecería que todo lo que se está haciendo en esa dirección es insuficiente y en alguna medida es cierto, pero hay que persistir en puntos centrales:

1) Acciones que enfrenten las políticas del poder allí donde se encuentre. Luchas por el aumento salarial, contra toda extorsión, contra intento de disciplina miento político. ¡Si hay crisis que la paguen los monopolios!

2) Fortalecer la autoconvocatoria y la democracia directa

3) Bajo esa idea central encontrar los caminos de unidad más amplios

4) En cada enfrentamiento romper toda barrera que nos quieran imponer para aislar cada conflicto

5) Los revolucionarios tenemos la obligación de instalar la idea que sobre éstas bases, la lucha por el poder adquiere forma a un  contenido que empuja a los cambios sustanciales para un sistema capitalista nauseabundo.

Movilización autoconvocada en Mar del Plata, contra el ajuste y los tarifazos.
Movilización autoconvocada en Mar del Plata, contra el ajuste y los tarifazos.

 

Compartí este artículo