Futbol, algo más que una pasión

La crisis en el futbol se la puede comparar con la crisis política burguesa. Hablamos de las dirigencias, del Estado y de los negocios; de las barras bravas como guardias “pretorianas”, lúmpenes asistidos por las empresas para respaldar políticos de los partidos burgueses y de dirigentes que muy poco tienen que ver con el deporte.

Del otro lado del mostrador estamos los hinchas, los que amamos este deporte, los que nacimos con la “camiseta puesta”… Una gran mayoría que palpitamos el partido en disputa pero detrás de ello contamos con anécdotas, alegrías y de las otras, tristezas que perduran en la mente.

Están además los que juegan, los jugadores de fútbol, centenares de miles que ocupan canchas todos los días, salvo los lunes. Los fines de semana cada barrio tiene su club, o dos, que disputan ligas infantiles, juveniles… y hablamos de varias categorías simultáneamente. Son miles de campeonatos organizados cada fin de semana en los potreros de todo el país. Y se moviliza la familia, los padres y abuelos apoyan con su presencia “el partido”, aunque con ello la siesta del domingo se pierda irremediablemente.

En fin, mientras  una minoría de funcionarios de clubes nos muestra una parte de la realidad (el negocio, el márquetin, la disputa por una u otra licitación de algún monopolio) millones imponemos nuestro futbol, el de cada día.

Muy atrás quedó la idea de que el futbol es un “engaño” para el pueblo, el “pan y circo para la negrada”. Por el contrario, la contaminación que viene desde arriba se rechaza cuando en cada club de barrio aparecen miles y miles de hombres y mujeres que mantienen instalaciones para sacar a los chicos de la calle.

Son verdaderos actos de arrojo cotidiano organizando la disciplina, pero agregándole a ello una educación que el Estado de los monopolios desprecia, anula y en otros casos, combate y ataca.

Aparece la solidaridad, que no se frena en el solo hecho de pintar una pared. Miles son los que depositan horas de trabajo voluntario, sin esperar nada a cambio más que de satisfacer a la sociedad que lo rodea. Gracias  a esos verdaderos “futboleros pasionales” el arte, la cultura y otros deportes se despliegan en las misma entrañas de la sociedad. La movilización de los clubes de barrio (días atrás) es una enorme expresión de esto.

El futbol, dijo un viejo relator, es pasión de multitudes, y las grandes firmas monopolistas ven el negocio y se disputan el poder por el control del mismo: las grandes cadenas televisivas mundiales y las marcas deportivas multinacinales, se apropiaron de algo que nos pertenece. Eso es lo que reflejan los enjuagues en la AFA y cuando se mezcla todo en la “Súper Liga”… “la biblia y el calefón”.

Nada de todo esto apunta al deporte, a la disciplina “pasional” del pueblo. Se trata de sacar tajada y la guerra es a morir, por eso no hay acuerdos y se trata de sacar una mafia “grondonista” por otra mafia “constitucional”, también avalada por el Estado.

En él mientras tanto, en ese cocinar de corrupción, millones estamos a la espera de vaya a saber qué cosa… La “redonda” no aparece, una minoría, cada vez más minoría se apoderará del “tablón”, unos pocos se salvarán y se concentrarán riquezas: jugosos negocios montados en el amor que involucra a toda la sociedad.

Se inventan programas de “futbol” para comprar y vender jugadores, se corrompen periodistas que con su imagen “seria y profesional” nos n convencer de  tal jugador vale millones cuando en realidad en “mi” equipo, el de mis amigos, sería un suplente empedernido.

De inmediato, cerremos nuestros ojos y hagamos un paralelo con la política burguesa. Se corresponden, es un cuerpo a cuerpo de cómo a unos pocos intereses, bien concentrados, les interesa muy poco el bienestar de las grandes mayorías.

Se suceden instituciones burguesas, asistidas por energúmenos políticos y futboleros,  con el fin de robarse el botín; mientras por abajo “truena” la sociedad, rechazando todo esto por  mercantilista.

La moneda está en el aire….la gran mayoría no sabe lo que va a pasar…todo  lo que viene de arriba está bajo sospecha. Pero de algo estamos seguros…esto así no va más!!!

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