Los “problemas de efectivo” de la oligarquía financiera

Berkshire Hathaway es una sociedad que a través de la tenencia de paquetes accionarios controla o participa de diversas compañías en el mundo. Su origen fue la industria textil pero a partir de la década del 60 Warren Buffett, el segundo hombre más rico del mundo según el ranking de la revista Forbes de 2017, con una fortuna calculada en más de 75.000 millones de dólares, se hizo cargo de la mayoría accionaria de la citada compañía. A partir de allí del rubro textil se expandió a los negocios financieros y de seguros como así también a otras actividades ligadas a la producción de bienes. Actualmente controla o participa de más de 90 empresas repartidas por el mundo. Sólo por citar las más conocidas nombramos a Apple, Coca Cola, American Express, General Electric, GlaxoSmithKline (laboratorios farmacéuticos), Iron Mountain (empresa que se dedica al resguardo de información de empresas; en 2014 se incendió, en circunstancias nunca aclaradas, un galpón de su propiedad en el barrio de Barracas de la ciudad de Buenos Aires), Johnson & Johnson, Kraft Foods, Moody’s Corporation (agencia calificadora de riesgo a nivel mundial), PetroChina (subsidiarua de la China National Petroleum Corporation), Procter & Gamble, Walt Mar, The Washington Post, la Wells Fargo (el cuarto banco mundial, de origen norteamericano, con negocios financieros en todo el planeta).

Como vemos, la sociedad Berkshire Hathaway maneja negocios de producción de bienes de todo tipo, bancos, financieras, empresas de seguros, empresas de energía, calificadoras de riesgo, servicios de salud. Un claro ejemplo de la existencia del capital financiero internacional que fusiona capitales provenientes de la producción y de las finanzas.

Imaginemos las megamillonarias cifras que maneja este conglomerado monopólico a nivel mundial que en su última asamblea de accionistas Mister Buffett informó que cuentan con una disponibilidad de efectivo de U$S 100.000 millones. Así es lector, leyó bien; 100.000 millones de dólares en efectivo, contantes y sonantes. Para tener una idea aproximada de lo que esto significa podemos decir que esa cifra representa un quinto de todo el PBI anual argentino. Lo que nuestro país produce en bienes y servicios en un año (un poco más de 500.000 millones de dólares) estos exponentes de lo más concentrado y rancio de la oligarquía financiera mundial lo cuentan en una quinta parte para comprar acciones de empresas en cualquier parte del planeta. ¿Alguna duda que estos monopolios cuentan con más poder que los Estados?

El “problema” con el que se encuentran Buffett y compañía es que tienen semejante cifra a disposición pero no encuentran dónde invertirla. Así fue tratado en la mencionada asamblea, en la que Buffett dijo: “¿vamos a ser capaces de desplegarlo?'»… Yo diría que la historia está de nuestro lado, pero sería más divertido si el teléfono sonara».

El problema es tener semejantes cantidades de capital acumulado y no poder invertirlos para, precisamente, seguir concentrando y centralizando capitales capaces de seguir adelante en la feroz disputa monopolista que se libra a nivel planetario.

Nótese que el “problema” no es cómo se consiguieron esos capitales. Lejos están de haberlos conseguido gracias a la capacidad que Buffett tiene para invertir. Porque si el capital es trabajo acumulado, semejante cantidad de capitales representan la apropiación que Buffett y sus secuaces realizaron del trabajo de millones de seres humanos a lo largo y ancho del planeta.

Ese, y no otro, es el origen de su disponibilidad de efectivo y de su fortuna personal. El trabajo de este gran burgués es apropiarse, concentrar y administrar esos capitales para seguir concentrándolos pero nunca será el de generar ese capital que sólo puede ser generado por el trabajo humano en la producción material de las cosas, cuestión que Buffett nunca realizó.

Valga el análisis de esta noticia (1) para ratificar, una vez más, la existencia de una clase poseedora (la burguesía) que expropia a la clase productora (el proletariado) acumulando inmensas masas de capitales.

Carlos Marx diría: “Nada que agradecerme, sólo describí el funcionamiento del sistema capitalista hace un poco más de 150 años”.

Y como todavía algunos se atreven a poner en cuestionamiento esta verdad, vayan las propias declaraciones de Warren Buffett escritas en The New York Times, el 14 de agosto de 2011: “la lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando”.

No cante victoria antes de tiempo, Buffett. La Humanidad sabrá qué hacer para despojarse de gente de su calaña. Siempre tendremos revancha.

 (1) http://www.iprofesional.com/notas/253969-acciones-fideicomiso-reservas-A-Warren-Buffett-le-sobran-us100000-millones-y-no-sabe-donde-invertirlos

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