Los docentes y todo el pueblo trabajador de Chubut le marcan la cancha a la gobernabilidad de los monopolios

Nacionalmente la superestructura política continua inmersa en tapar agujeros de la crisis y trata de hacer esfuerzos para que los bancos y capitales especulativos sigan teniendo el drenaje fiestero de millones de dólares para sus arcas. Con un gobierno desorientado y patético, con más ganas de irse que otra cosa y una oposición (que será el próximo gobierno) preocupada en que la gobernabilidad no se descarrile, porque todo aparenta estar pendiendo de un hilo y no se hace cargo. Pero soluciones para el pueblo, ninguna.

Todo se patea para adelante. El gobierno, tomando medidas ridículas y miserables, donde incluso a nuestros jubilados los ignoró por completo, el Consejo del Salario se sigue pedaleando, con una C.G.T. que como siempre, hace todo el esfuerzo para que sus patrones salgan con los bolsillos bien gordos, “el dólar a 60 está bien” afirma Fernández y los precios no paran de crecer (oposición… ¿de qué y a qué?) con un riesgo país con tendencia a crecer, y a esperar a octubre… Esa es la consigna preferida de los voceros de los monopolios. En el mientras tanto, crece el sufrimiento de nuestro pueblo. Pero se lucha más allá del manto de silencio, con lo que se puede, nuestro pueblo tozudo y tenaz, pega, resiste y está agazapado. Pues el descontento es total y esto se expresa en avanzadas, que si bien son silenciadas hoy hacen punta, demostrando la importancia de ganar las calles. Así lo indican los trabajadores de Chubut.

La extraordinaria lucha de los docentes de Chubut, muy lejos de todas las actitudes desmovilizadoras y los temores lanzados como puras especulaciones electorales, marcan el camino a seguir. Y a los docentes se les sumaron en solidaridad los petroleros cortando las rutas junto a los docentes para poder enfrentar la represión, que por cierto tuvo que replegarse. Y se sumaron también los estatales, hoy una dependencia, mañana otra… Hasta llegar al paro por tiempo indeterminado, generándoles al gobierno de Chubut un estado de huelga y movilización masivo que pone en la cuerda floja la gobernabilidad. Chubut está paralizada.

Nuestro Partido saluda calurosamente la lucha de todo el pueblo de Chubut, que por sí sola da por tierra con la perorata reformista que llama a desmovilizar, que se desgañitan a los cuatro vientos que “hay que quedarse quietitos y no ser irresponsables y/o aventureros”, con el argumento de “defender” los votos argumentando que “los muertos los pone el pueblo” y vaya uno a saber cuántos miserables argumentos.

En realidad, son conscientes que, si el pueblo gana las calles, a octubre no se llega, y el próximo gobierno entrará condicionado por los reclamos y luchas del pueblo. Esa y no otra es la razón de toda esta conducta desmovilizadora, la cual en el fondo indica cuáles serán sus políticas (vaya novedad). De todos modos, es clarito: primero desmovilizar, luego la herencia recibida será su verso y ya lo dijeron: “serán cuatro años difíciles”.

Pero nada es accidental o fenómenos aislados. La extraordinaria lucha docente del Chaco, seguida de los salteños, donde las masividades adquiridas golpearon con contundencia por su carácter político nacional, más allá del silencio mediático; y ahora esta lucha de los chubutenses del mismo calibre, donde los docentes en unidad con los demás sectores estatales y la solidaridad activa de los petroleros, nos indican el camino y predicen el futuro de luchas y confrontaciones que se vendrán en un futuro inmediato.

Compartí este artículo