Trelew / 47 años: un ejemplo de lucha más vivo que nunca

Se cumple hoy el 47 aniversario de lo que se conoce como la Masacre de Trelew.

Aquel 22 de agosto de 1972 fue un día muy triste para el pueblo argentino. Expresó hasta dónde podía llegar la cobardía de la clase dominante, con una dictadura que estaba sometida por la lucha de clases.

Aquel 22 de agosto eran asesinados 16 luchadores populares, 16 combatientes, en la base naval Almirante Zar, en la ciudad de Trelew, provincia de Chubut. De allí en más, su solo nombre conmovería la fibra más íntima de nuestro pueblo: Héroes de Trelew, fueron llamados, y ese nombre se convirtió en un grito de lucha y rebelión.

Aquel 22 de agosto fue una muestra, una avanzada del terrorismo de Estado, como respuesta a la lucha de millones que presionábamos por las libertades políticas, con las calles tomadas por la movilización del pueblo.

Un momento de nuestra historia en donde el proceso de concentración que se producía en la industria, los servicios, el comercio, la banca, chocaba con las aspiraciones democráticas que anidaban en las clases explotadas y oprimidas. La caída de la dictadura se sentía como una necesidad.

Durante todos estos años de democracia burguesa, aquellos hechos de Trelew han transitado por los más diversos carriles de la iconografía burguesa. Desde la ignorancia absoluta hasta recordaciones “oficiales” que buscaron desvirtuar aquel compromiso presentándolos como luchadores “por la democracia. También hubo otros recordándolos como ejemplo de “el sueño perdido”, de algo que pudo haber sido y no fue…

Sin embargo, para nosotros lo más importante es el homenaje que le rinde nuestro pueblo en cada fábrica, en cada escuela, en cada barrio, levantando los viejos y nuevos anhelos de justicia y libertad, los anhelos de Revolución y Socialismo, por los que esos compañeros entregaron sus vidas. Esos anhelos hoy siguen vigentes, y más necesarios.

Recordar hoy a los compañeros caídos luego de la fuga del Penal de Rawson es también reflexionar sobre un momento histórico, en donde -a pesar de toda la violencia del Estado de la burguesía contra los intereses populares- nuestro pueblo supo responder frente a las imposiciones de los monopolios, en su forma de dictadura militar o de democracia burguesa.

El ejemplo de nuestros compañeros está más vivo que nunca.

Los revolucionarios debemos persistir en construir e instalar el proyecto revolucionario en nuestro país, hacia la lucha por el poder.

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