Carta desde Chile

El despertar del 18 de Octubre: ¿Revuelta o Revolución?

«Hace ya 21 días, sin cesar se vienen dando protestas activas y combativas dentro del “oasis de la región” (palabras del primer mandatario), las cuales explotaron debido a masivas evasiones comenzadas el día lunes por estudiantes, para desembocar en ese inesperado y heroico 18 de octubre, que a los pueblos del mundo les da tanta esperanza.

No obstante, para  muchos esta insurrección espontánea, (desarmada), popular y descentralizada del 18 de octubre, no es más que una simple revuelta que sirve para drenar la rabia de las masas, de hecho en términos de diccionario lo es: Desorden o agitación que produce una alteración del orden público. Pero ¿es realmente sólo una simple revuelta? ¿por qué no lo sería? si es muy probable que no consiga grandes cambios, que se mantenga la constitución dictatorial, que Piñera no renuncie y además se mantenga la precariedad hacia el pueblo chileno.

Entonces, ¿por qué sería una revolución? o  ¿por qué tendría mayor importancia? ¿que lo diferenciaría de una simple revuelta, de una simple agitación con grave alteración del orden público? sin un análisis serio, histórico y cultural… nada la diferenciaría de una revuelta cualquiera. Pero no les vamos a decir eso, ¿cómo hacerlo?, si no es así, sería un insulto, hacia el pueblo chileno y a esta revolución. Este heroico y combativo 18 de octubre es una revolución en términos subjetivos, culturales, morales, de conciencia, de organización, de aspiraciones, de discusión, rompe con la vieja pasividad instaurada post dictadura, justificada con la falsa democracia cleptócrata, porque había congreso y se podía votar, pero ese bonapartismo, que supuestamente paulatinamente fue cesando en los años noventa nunca se fue, en consecuencia, nuevamente vimos militares en las calles con la policía ultra militarizada asesinando, violando y desapareciendo personas descaradamente, pero ese miedo, esa pasividad ya no están, esa rabia silenciosa alzó la voz, salió a la calle y se convirtió en lucha, se convirtió en dignidad.

Con esto, la vieja normalidad consolidada en 30 años de “democracia”, solo se ha profundizado el sistema neoliberal, a costa de represión, sangre y desintelectualización. Es sabido por el mundo que Chile tiene una de las peores educaciones de la región, que las pensiones son miserables, que miles de persona se mueren en filas de esperas en hospitales, donde ni los recursos naturales ni el agua le pertenece al pueblo, todo a las transnacionales y al capitalismo foráneo, todo esto amparado por la constitución escrita en sangre, la de Pinochet.

Desde hoy, esa vieja normalidad pasiva yace bajo tierra dando paso a la naciente nueva normalidad, donde la dignidad se está volviendo costumbre, donde ese chileno, que antes con la opresión y represión guardaba silencio y sumisión, hoy responde y grita rebeldía, hoy se vuelve a abrir ese largo camino, de la misión histórica de la dignidad de los pueblos, ese que nos dijeron que estaba cerrado y que nuestra única opción era el capitalismo salvaje, sin embargo, la cuna del neoliberalismo ha dicho basta, pudieron asesinarnos sistemáticamente para implantar este sistema nefasto, taparnos la boca por más de 40 años, pero no pudieron colonizar nuestras almas, el pueblo ha despertado y Chile puede ser y debe ser: la tumba del Capitalismo Neoliberal.

Que no se nos vaya de las manos esta revolución cultural y escuela de revolución social, que nos sirva de ejemplo para el siguiente levantamiento y que sirva de ejemplo para los pueblos de latinoamérica y el mundo, la lucha de clases se está agudizando, en consecuencia los pueblos han estado respondiendo con justa combatividad. Aún hay esperanza para ese mundo nuevo y mejor, esa sociedad justa.

Nada estaba perdido, solo estaba en reposición».

Mario Reinoso de la R. de Chile

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