Sobre la situación en Bolivia

Todo análisis o posición política tomada frente a los sucesos que aceleradamente vienen tensando la situación política en el mundo en general (pero en América Latina particularmente) van a expresar un interés de clase. Dada la complejidad del momento se nos hace imprescindible reafirmar el carácter del Estado en la actual etapa del capitalismo, las crisis políticas que atraviesan las clases dominantes y las aspiraciones de los pueblos bajo esa dominación.

Partiendo desde este criterio comenzaremos a interpretar y encontrarle explicación a una serie de sucesos políticos, donde los revolucionarios tenemos que asumir la responsabilidad contra viento y marea de no apartarnos ni un milímetro de las aspiraciones y necesidades históricas del momento: una revolución que de por tierra con las relaciones de producción capitalistas basadas en la explotación del hombre por el hombre, donde los pueblos puedan despojarse de la vida oprobiosa en que nos ha sumido el capitalismo.

Vivimos un momento histórico donde la burguesía monopolista viene haciendo un acelerado proceso de concentración económica. La superproducción, conquista de recursos naturales, transacciones comerciales, generación de burbujas financieras por sus excedentes, permanentes absorciones de empresas y bancos, donde las fusiones bancarias y productivas pasaron a constituir la oligarquía financiera que concentra el poder en cada vez menos manos… Una carrera loca que no puede detenerse, tal es el imperialismo, tal es la actual fase de desarrollo del capitalismo.

Se adueñaron de todo el planeta logrando tanto poder que los Estados Nación ya están directamente en sus manos y los gobiernos bajo su manto, no son más que facciones que dependen de un sector u otro de la oligarquía financiera.

Cuando se afirma con total contundencia que 20 personajes tienen la riqueza de más del 50% del planeta en el mundo, que todo se rige por la ganancia… ¿Quién puede tener la certeza que los gobiernos burgueses de cualquier país del planeta sean soberanos? Habría que ser muy inocentes -por no decir oportunistas-para no ver semejante cosa.

Tal realidad sumamente compleja, impregna a la política también en confrontaciones inter imperialistas, sea en el terreno de disputas económicas como de recursos naturales y/o posiciones estratégicas en el terreno de la fuerza. Donde las potencias como EEUU, China, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, etc. bregan por intereses de tal o cual monopolio. Eso sí: muy lejos están de aportar soluciones a los males que aquejan a la humanidad toda. Por el contrario, más degradante es la vida que tienen para ofrecernos a los pueblos.

Pero el contexto internacional actual de la lucha de clases se está dando en un constante asenso de auge de masas en el mundo. Donde la burguesía monopolista -cuando intenta cercenar cualquier situación democrática ya sea bajo gobiernos de derecha o “progresistas”- encuentra una inmediata reacción de los pueblos que les salen al cruce por sus aspiraciones. Donde ahí sí los monopolios van a intentar engañar, dividir y recurrir a todo tipo de maniobras intentando aplacar o desviar tales aspiraciones. De última a “derechosos” y “progresistas” los termina uniendo el capitalismo, más aún en este mundo “globalizado”.

Partiendo de esto, los recientes hechos de Bolivia no están por fuera de todo el rechazo a las políticas de la burguesía que ya se constituye en un denominador común de los pueblos del mundo. La salida arreglada por arriba entre las fuerzas políticas de la burguesía, incluidas las Fuerzas Armadas y la Policía, que en su conjunto constituyen la superestructura política de la clase dominante, donde cada quien cumple su función, resuelven –repetimos- por arriba y a espaldas del pueblo boliviano, dividiéndolo y generando un estadio de violencia, que el único objetivo que persigue es cercenar los derechos políticos democráticos que los pueblos aspiran.

Hechos que son repudiables, donde algunos definen como golpe de Estado producto del pedido de renuncia del comandante del ejército Willimas Kalima a Evo Morales (cosa que también hizo la Central Obrera Boliviana), repudiables porque el acento lo ponemos hacia dónde apunta toda esta crisis política: precisamente, remplazar la voluntad del pueblo boliviano.

Pero la cuestión es mucho más profunda. Los sucesos de la extraordinaria lucha del pueblo ecuatoriano y la magistral lucha del pueblo chileno rápidamente hicieron crujir todo el andamiaje político del imperialismo, agudizó las contradicciones interburguesas y tensó la lucha de clases.

Hasta en nuestro país (por más que lo nieguen) aceleraron un acuerdo de gobernabilidad entre el gobierno que se va y el que viene. Sí, los de “derecha” con los “progresistas”, sino veamos qué respuesta dio el kichnerismo al tremendo ajuste que concretó el macrismo después de las PASO.

Tal es la crisis de la burguesía en su lucha ideológica contra los intereses de la clase obrera y el pueblo, que llega a autodefinirse como gobiernos populares y hasta revolucionarios. Lo que en la era del Capitalismo Monopolista de Estado no es más que una gran mentira, cuando su único objetivo es avanzar en la obtención de la ganancia a costa del trabajo ajeno, sea el gobierno del signo que sea.

¿Cómo se explica semejante crisis de gobierno en Bolivia? ¿Cómo explican los seudos revolucionarios que la clase obrera minera hoy se encuentre dividida, unos en defensa de Evo Morales y otros en contra?

Frases como “renuncio porque quiero evitar un baño de sangre”… ¿Dónde dejan (en nombre de un supuesto socialismo) a revolucionarios de la talla de Fidel, del Che? Aquellos que salieron a combatir al imperialismo y la contrarrevolución con las armas en mano, con todo un pueblo dispuesto a ello; o el mismo Salvador Allende, que ante su error se inmoló ante las balas fascistas de Pinochet mandando el mensaje que en una revolución se triunfa o se muere.

Por supuesto que repudiamos el más mínimo o minúsculo intento de golpe de Estado o cualquier «salida» de índole superestructutal a espaldas del pueblo boliviano o de cualquier otro pueblo.

Pero de ninguna manera nos vamos hacer los distraídos contra los que en nombre del socialismo hicieron o hacen todo lo posible para preservar las relaciones capitalistas de producción defendiendo una u otra facción imperialista, en una era donde la burguesía monopolista arrastra a los pueblos del mundo a mayor explotación hambre y miseria. Y donde son parte activa y responsable del momento que se vive en Bolivia.

El norte es claro y contundente: la esencia de lo nuevo que viene pujando por nacer pasa por los pueblos unidos y movilizados con poder de decisión directa. El pueblo chileno ha dado un golpe ideológico a los enemigos del pueblo, ha golpeado la representatividad burguesa y ha derrotado y sepultado cualquier indicio de recurrir al fascismo. Y más aún: terminó condicionando en la región a las burguesías monopolistas en el terreno político, pues han visto en Chile las barbas del sistema cortar y están poniendo las suyas a remojar.

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