El plan de Trump y los intereses de la burguesía en Medio Oriente

Las intenciones expansionistas del Estado de Israel resultan alarmantes para el futuro de los pueblos en medio oriente. Particularmente, el avance sionista, sostenido por el incondicional apoyo del gobierno de los Estados Unidos y su reciente presentación de un “Plan de Paz para Medio Oriente”, atenta severamente contra la concreción de un Estado Palestino. El Plan, ideado en la Casa Blanca, sostiene los reclamos de Israel sobre los territorios ocupados desde hace muchos años, ocupaciones que violan al día de la fecha el Derecho Internacional.

En el marco de esta propuesta norteamericana y en consonancia con las intenciones del Estado israelí, la ciudad de Jerusalén se afirma como la capital indivisible del Estado, y las colonias en la Cisjordania ocupada serían reconocidas como su territorio, que de este modo resultaría anexionado de manera formal. Además, Israel pasaría a tener plena soberanía sobre el rico valle del Jordán, avanzando de ese modo sobre casi todas las condiciones necesarias desde el punto de vista territorial para que no se haga realidad la existencia de un Estado Palestino más allá de la retórica y el reconocimiento explicitado por gran cantidad de naciones del orbe, entre ellas la Argentina.

El Presidente Trump, arteramente, afirma que la intención de los Estados Unidos es la de colaborar con el financiamiento necesario para la construcción de un Estado Palestino, pero sobre la base de la aceptación de este pueblo de las condiciones enarboladas en el Plan de Paz que, como hemos señalado, implica conceder al Estado de Israel prácticamente todas sus pretensiones ocupacionistas, que suponen una expansión territorial a expensas del desarrollo del pueblo palestino, castigado de manera sistemática por el ejército de ocupación israelí. De más está decir que las autoridades palestinas han rechazado de plano la bochornosa propuesta.

Como hemos señalado en la reciente nota aparecida en la página de nuestro Partido el día 27 de enero de 2020, el Estado de Israel y sus poderosas fuerzas armadas cumplen la función de controlar y vigilar los intereses petroleros de las grandes corporaciones en Medio Oriente, respondiendo a los intereses de una fracción burguesa, en el panorama que presenta la profunda crisis de la clase dominante, enfrentadas sus fracciones, llegando al extremo, como históricamente lo ha hecho, de generar conflictos armados a través de los cuales someten la voluntad de los pueblos y dirimen sus diferencias.

El Estado sionista de Israel, entonces, cumple con su función de “gendarme” en medio oriente, como lo cumplen las innumerables bases militares norteamericanas apostadas en la región, cuidando los intereses petroleros de la burguesía explotadora. Ni más, ni menos. Capítulo aparte, desarrollado en la mencionada nota, merece la actitud del gobierno argentino y su nuevo títere de los monopolios, el lacayo Presidente Fernández, cuya servil y vergonzante posición quedan estampadas en las palabras del primer ministro Israelí, citadas en ese artículo: “Estamos muy contentos porque el nuevo gobierno argentino está continuando las mismas políticas y relaciones con Israel de los últimos cuatro años…”

El reconocimiento de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados significaría, ni más ni menos, la anexión del 30 % de Cisjordania. Israel pretende que los palestinos reconozcan al Estado Judío, bajo estas condiciones que resultan a todas vistas inaceptables y hacen imposible que este pueblo, sojuzgado, ocupado y castigado por el invasor israelí, pueda desarrollarse como tal. Palestina tiene derecho soberado sobre TODOS sus territorios, incluyendo el que abarca en el mapa ese territorio que justamente Israel pretende anexarse, con el aval de los Estados Unidos, de manera formal.

Este ejemplo de la geopolítica demuestra a las claras que una cosa son los intereses de los Estados, al servicio de la clase dominante, y otra muy distinta la de los pueblos, que luchan por ser protagonistas de su desarrollo y su futuro.

La “Primavera Árabe” lo ha demostrado, cuando los pueblos de la región se levantaron en históricas manifestaciones, reclamando su derecho a la autodeterminación. En el propio Estado de Israel, buena parte de la población se opone a la tiranía servil de Netanyahu y apoya la creación de un Estado Palestino en vistas de una convivencia pacífica. Su Presidente, Mahhmud Abbas, fue claro al respecto: “El plan de Trump es un intento de eliminar los derechos del pueblo palestino”. Podemos agregar nosotros: en función de sostener los intereses de la burguesía monopolista, que hace del Estado de Israel en la región el vigilante de sus intereses.

Llama la atención que el expansionismo del Estado de Israel (y somos reiterativos en mencionarlo de ese modo, ya que nuestro punto de mira está constituido por la función del Estado ) se asemeja, salvando las distancias históricas, a la doctrina del Tercer Reich acerca del “Espacio Vital” que reclamaba la Alemania Nazi para justificar su expansionismo, a costa de los pueblos sometidos y masacrados: el pueblo judío se convirtió en su principal objetivo. De once millones de judíos que había en la Europa antes de la guerra, quedaron 5 millones, en el contexto de una de las acciones asesinas más aberrantes que ha generado la lucha interburguesa, mostrando de manera desnuda cómo los intereses en juego avasallan con los más elementales principios del respeto a lo humano.

DECIMOS NO!! AL PLAN EXPANSIONISTA Y ASESINO DE TRUMP Y EL ESTADO DE ISRAEL!!

¡¡FUERA DE LOS TERRITORIOS OCUPADOS!!

ABOGAMOS POR LA AUTODETERMINACIÓN DEL PUEBLO PALESTINO Y EL RESPETO A SU DESEO DE CONSTITUIR UN ESTADO!!

FUERA ESTADOS UNIDOS Y SUS FUERZAS ARMADAS DE MEDIO ORIENTE!!

  

 

 

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