Coronavirus: trabajadoras y trabajadores debemos tomar posición

No podríamos decir cuánto del problema del Coronavirus es real y cuanto forma parte de la propia especulación del sistema en un momento donde el mundo entero entra en recesión económica, donde ya se avizoraba una crisis de superproducción que acelera la competencia intermonopólica mundial, lo que se manifiesta en caída del precio del petróleo, de las acciones en las principales bolsas mundiales y en un parate generalizado de toda la producción. No podemos decir hasta donde es real y hasta donde es especulación, lo que sí podemos afirmar es que dentro del pánico mundial que genera el propio sistema los trabajadores somos de nuevo carne de cañón. La burguesía aprovecha la volteada para llamarnos a la reclusión en nuestras casas, a no participar en movilizaciones ni eventos culturales o deportivos, a lavarnos las manos asiduamente como forma máxima de prevención –en una realidad en la que las escuelas, por ejemplo, no cuentan ni siquiera con jabón-; el sistema, con sus distintos gobiernos de turno, nos llama a desmovilizar en general, genera pánico y un consumo descontrolado de algunas mercancías, cuyos productores son grandes ganadores de la pandemia (como ser alcohol en gel, barbijos, productos de limpieza, etc). El sistema llama a no movilizarnos, a quedarnos en casa mientras realizan grandes negocios especulativos pero el pueblo trabajador sigue yendo todos los días a trabajar, hacinado en el transporte público, encerrado en fábricas, oficinas o escuelas, llevando y trayendo virus y bacterias al ritmo de la circulación del capital.

Movilizaciones y eventos culturales NO, explotación capitalista SI. A eso se reduce la fórmula para este sistema. Con nuestras manos, con nuestra producción, generamos como sociedad un extraordinario y nunca antes visto excedente de producción que da lugar a detener el aparato productivo sin necesidad de que a ninguna familia trabajadora le falte ninguno de los elementos esenciales para el desarrollo de la vida en nuestros tiempos. Sin embargo, todo ese excedente, en lugar de ser un fondo de contingencia social, va a parar al enriquecimiento de un puñado de mil millonarios que a nivel mundial siguen haciendo negocio y enriqueciéndose a costa de la especulación que se arrastra tras la pandemia.

No estamos hablando siquiera de aquellas otras grandes pandemias del capital, que son a nuestro juicio muchísimo más graves, como el hambre, las guerras, la droga y hasta enfermedades perfectamente evitables que hoy azotan desde los pueblos más remotos hasta las grandes ciudades, como la Tuberculosis o el Dengue. Entendemos que son esas las grandes pandemias de la humanidad, y que el virus que las propaga se llama capitalismo, pero ante la situación actual que concierne a la propagación del COVID19 los trabajadores debemos tomar posición:

  • Suspensión total del trabajo o trabajo remoto en aquellos casos que sea posible, sin disminución salarial y sin afectación del presentismo. La suspensión de eventos culturales y sobre todo de movilizaciones al aire libre es una medida de la burguesía para guardar al pueblo en su casa, es una excusa para atacar y desmovilizar a la clase para profundizar el ajuste.
  • Suspensión total de las clases en todos los ámbitos (primario, secundario, universitario y terciario) garantizando la entrega de alimentos a los alumnos por parte de las instituciones educativas.

Lejos de ser una declaración, tomemos la iniciativa en cada ámbito de trabajo. Si han generado semejante crisis, ¡que se hagan cargo!

 

 

 

Compartí este artículo