Algodonera Avellaneda en pie de lucha. Poniendo las cosas en su lugar

Algodonera Avellaneda es una fábrica de hilos y telas de la ciudad de Reconquista, Provincia de Santa Fe. A partir del viernes pasado los trabajadores iniciaron un paro. Según informara uno de los delegados: “la gente se cansó, decidió parar y tratar de negociar”.

Los trabajadores son unos de los peores pagos de la zona. Cobran $116 la hora llegando apenas a 23.200 pesos por mes. Y eso porque ya habían hecho escuchar su voz ya que no se estaba cumpliendo con el Convenio y les estaban abonando 18.000 pesos. Pero el reclamo puntual de hoy es el exceso de trabajo, con jornadas agotadoras, donde cabe aclarar que en los últimos años despidieron mil trabajadores. En ese marco es que se decidió el paro de actividades con acampe en la puerta y “a la fábrica no ingresa nadie”. La medida fue votada hasta el próximo martes incluyéndose una movilización al Ministerio de Trabajo. Un condimento no menor es que la textil tiene dos gremios: uno que agrupa a los quincenales y otro a los mensuales. La medida arrancó con los quincenales, y los mensuales (que tienen otro Convenio) les dieron decididamente su apoyo. Donde lo importante de todo esto es que los trabajadores terminaron desconociendo las dos entidades gremiales por que no se sienten representados. Lo que se dice una lucha bien de abajo y con independencia de clase.

Algunas consideraciones. Esta empresa es del grupo Vicentin, cuestión que más allá del circo de la expropiación o mejor dicho del rescate (ver nota de nuestra página del 09/06/2020) generó reacciones de sectores en la localidad de Avellaneda que se comieron el engaño e “indignados” por tal medida del gobierno nacional llevaron a cabo movilizaciones y protestas en defensa del monopolio Vicentin. Como era de esperarse los medios masivos de comunicación le dieron amplia cobertura a esa movida como si todos los habitantes de Avellaneda y Reconquista abrazaran a estos “Padre Padrone” (1) de la región.

El tema es que esta huelga da por tierra con todas esas versiones, donde la clase obrera con una extraordinaria inteligencia e intuición de clase vio el momento propicio para dar el golpe e ir por sus más sentidos reclamos. Esta conducta de los trabajadores marca a todas luces la excepción a la regla de la resistencia activa: la correlación de fuerzas favorables de parte de la clase obrera y las condiciones políticas propicias (los patrones de capa caída en el terreno político) lo que les permitió ver el momento y golpear.

El reclamo tiene un carácter de conquista y no es la única. Pero se marca la diferencia con muchas luchas actuales donde casi en su totalidad son por despidos, cierres de empresas, rebajas salariales o por cuestiones de seguridad ante la pandemia, es decir, son luchas defensivas.

Este factor es importante resaltarlo porque preanuncia y expresa lo que se vendrá después de la cuarentena. La crisis política del gobierno y su oposición parlamentaria está sumergida en las disputas de los negociados y procesos de concentración económica de los grandes monopolios a nivel planetario, donde el capitalismo no tiene ni idea de cómo abordar una de las crisis más graves de la historia desde que se instauró el capitalismo en el mundo.

Es un momento en donde por un lado se pone blanco sobre negro las conductas de la burguesía ante las crisis y toda su avaricia; y por el otro la solidaridad de clase. Un hecho que no será seguramente señalado como los grandes fenómenos de la historia de nuestra clase obrera pero que sí encarna una cualidad y cantidad en cada pequeño proceso de la resistencia, lo que permitirá desencadenar luego de la pandemia una fenomenal oleada de reclamos y ejercicios de movilización y organización.

Todo en un contexto probablemente de menos a más, de una dimensión que sin dudas fortalecerá la resistencia activa y agudizará la crisis política de la burguesía en todos sus estamentos (donde por supuesto están las corporaciones sindicales empresariales).

Donde el gran problema para ellos será el de la gobernabilidad con engaño o represión. Y el desafío en el terreno del proletariado será lograr la independencia política del Estado burgués, condición que permitirá nuevas y mayores instancias de la lucha de clases en un espiral ascendente en la conciencia de la clase obrera y el pueblo.

Nuestro Partido acompaña con total decisión la lucha de los trabajadores de Algodonera Avellaneda en contra del tan mentado patrón Vicentin, con la plena convicción del aporte que ésta significa hacia un futuro no tan lejano para el resto de los trabajadores en nuestro país.

 

(1) Padre padrone es una película italiana de 1977  basada en la novela homónima de Gavino Ledda y su relato autobiográfico. En ella un joven pastor se libera de la tiranía de su padre que lo arranca de la escuela prohibiéndole que estudie. La película presenta al hijo como objeto y posesión del padre. «Tu no eres el patrón de nadie», le dice furioso el hijo al padre.

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