Estamos llegando al fin del año y entre nosotros convive el deseo propio de la época de pasarlo lo mejor posible con nuestras familias y seres queridos, junto a la convicción de que el 2010 será otro año de luchas y sacrificios cotidianos para seguir sosteniéndonos ante las adversidades que el sistema capitalista genera en nuestra patria.
Los propios medios burgueses dan a conocer que sus encuestas señalan que es la Argentina el país donde menos expectativas de mejora se espera para el año próximo.
Resulta que el pueblo argentino conocemos de sobra con qué bueyes nos ha tocado arar; los gobernantes, empresarios, sindicalistas y funcionarios de toda calaña han mostrado ser los responsables que nuestro país esté patas para arriba, y que esa realidad la sufrimos los trabajadores y el pueblo.
Por ejemplo: ya sabemos con fundamento que en el sector privado el fin de año termina con jornadas de trabajo agotadoras y que el próximo será peor aun en ese sentido. La plata no alcanza para nada y la burguesía pretenderá que los salarios sigan igual de malos e insuficientes para cubrir las necesidades mínimas de nuestras familias. En el sector público se viene un año de más ajustes en todos los niveles, incrementados por la decisión “soberana” del gobierno de los monopolios de pagar los intereses de la deuda con reservas y seguir la timba del endeudamiento para que toda esa millonada la aprovechen los monopolios que tienen el poder y la terminemos pagando el conjunto del pueblo argentino. Como muestra basta el “regalo” de fin de año de la burguesía: la espeluznante disparada de los precios de los alimentos y los aumentos generalizados que tiran más abajo todavía el poder adquisitivo de los ya magros ingresos de la población.
Es por eso que no bajamos la guardia y en cada rincón de nuestro suelo sigue caminando la lucha y la movilización de todos los sectores del pueblo, sin distinción. Mientras los medios nos intentan atontar con los temas que pretenden imponer, el río subterráneo de luchas del pueblo se hace cada día más caudaloso y torrentoso, llevándose puesta cualquier iniciativa que la burguesía decide y ensanchando la brecha entre ellos y nosotros. Ese camino será el que se inicie y se profundice en 2010 puesto que no hay vuelta atrás e la decisión de las masas por defender y conquistar.
La propuesta revolucionaria encuentra así inmejorables condiciones para aportar a todas esas luchas la salida real y definitiva que como pueblo tanto ansiamos. Con esa
Convicción debemos caminar y con esa firmeza debemos actuar, concientes que todo un pueblo está a la espera de alimentar el fuego de un proyecto de revolución que destaque y despliegue toda la fuerza acumulada durante todos estos años.