El problema entre el Poder Ejecutivo y el Presidente del Banco Central está presente en todos los medios masivos de “información”.
Todas las expresiones políticas de la burguesía tomaron posición.
De un lado, se ubicaron los sectores políticos de derecha y de “izquierda”. Todos los opositores al gobierno defienden al Presidente del Banco Central Martín Redrado.
Del otro lado están el gobierno de Kirchner, la C.G.T. y ADEBA.
Ambos bandos dicen representar el interés nacional.
La oposición política se une para defender varios puntos: la constitución, las instituciones, los fondos públicos, el no pago de la deuda fraudulenta, etc.
El gobierno, la C.G.T. y los bancos prometen que, pagando la deuda, se podrán obtener fondos para más inversiones que tanto se necesitan para dar trabajo, incentivar la producción, elevar el consumo y así poder lograr la felicidad que tanto queremos.
Nadie dice que detrás de esos 6.500 millones de dólares hay una lucha intermonopólica en la que se disputan mucho más que esa cantidad, ya que esta suma es sólo la punta del ovillo.
¿Significa esto que hay dos proyectos enfrentados por el modelo de Nación que intentan desarrollar para nuestro país?
Si creeríamos esto podríamos llegar a la conclusión que detrás de la oposición burguesa de derecha e “izquierda” hay un grupo de monopolios que tienen un proyecto a largo plazo y que éste se enfrenta a otro proyecto distinto sustentando por otro grupo de monopolios representados por el gobierno.
Pero ni el marco es tan estrecho ni los contendientes discuten proyectos diferentes de Nación.
Lo que está en disputa son negocios inmediatos, urgentes. Esa urgencia de negocios también determina a los contendientes. Tal es así que los que hoy están en un lado, mañana (no dentro de un año o un mes… ¡mañana!), estarán del lado opuesto.
No obstante, unos y otros, mientras pelean vorazmente por el botín y reparten pus a diestra y siniestra contaminando todo y contribuyendo a profundizar la crisis política e institucional que sufren, se unen con la mirada, a través del rabillo del ojo, como dirían los escritores, preocupados por lo que hace el verdadero contendiente al que todos le temen y contra el que todos ellos luchan: los trabajadores y el pueblo.
Éste es el actor principal siempre presente y el que, con su situación de auge sostenido en sus reclamos y movilización, marca los tiempos, las urgencias y condiciona las políticas y las formas de hacer los negocios de los distintos sectores de la burguesía.
En conclusión, la discusión entre Redrado y los Kirchner no es más ni menos que una expresión más de la profunda crisis política de la burguesía y del Estado a su servicio, determinada por la presión y la lucha de clases que no les da respiro.
No es ni más ni menos que una muestra más del nuevo escenario que este 2010 en pañales, nos preanuncia para los próximos meses en que ya, en plena juventud, el despliegue de fuerza y energía, la presión y el accionar de las masas nos permitan dar pasos gigantes hacia la revolución con el único proyecto posible de Nación que sólo el proletariado revolucionario puede realizar junto con el pueblo: Profundizar la lucha de clases, luchar por la conquista del poder y construir la sociedad socialista en nuestro país.