Ahora resulta que nace una supuesta disputa en el seno del kirchnerismo, por el reparto de las migajas que el gobierno de los monopolios le tira a sus potenciales fuerzas de choque.
Lo que pasó es que los planes de las cooperativas (verdaderas migajas para los pobres) fueron asignados a las intendencias para ganar fuerzas en las internas electorales, dejando afuera así al aparato del lumpen D’Elía ,amén de otras fuerzas de izquierda que quieren ser las administradoras de dichos fondos.
Pero lo de D’Elía merece un comentario aparte. De verborrágico defensor de este gobierno pasó, en horas, a ser un amenazante opositor de palabras ahora y, según dice, en los hechos, para el mes de marzo.
¿Qué pasa señor D’Elía? ¿Usted que confiaba tanto en la institucionalidad burguesa ahora acusa a los que reparten los planes a favor de punteros. Y usted ¿qué es?, ¿o cree que su supuesto lenguaje «nacional y popular» lo diferencia de ese concepto?
Pero ni los trabajadores ni el pueblo, ni los revolucionarios, somos tan torpes para no darnos cuenta que atrás de las actitudes de los lúmpenes como D’Elía está la mano de los monopolios que aplican sus planes de mayor achatamiento de los salarios que realizan a través de la inflación, entre otras medidas; a la vez temen porque saben que el país está en los umbrales de grandes confrontaciones, sobretodo de la clase obrera industrial.
Así intentan acondicionar fuerzas de choque, generar movilizaciones que embarren la cancha y desvirtuar la lucha de todo un pueblo. D’Elía vos mordiste y sos del otro bando, un verdadero mercenario al servicio de los monopolios, nadie te puede creer y ya sos, al igual que Moyano, un instrumento más de la política de la burguesía monopólica.