La noticia no tiene nada de sorprendente, un robo más, en este caso a un country. Nos referimos al reciente asalto al country Isla del Sol, en la localidad de Tigre donde vive el ex jefe de gabinete y actual intendente de la localidad de Tigre, Sergio Massa.
La crónica habla de un grupo comando fuertemente armado y los medios nos relatan lujos de detalles, pero hay algo que pasó casi inadvertido y que nosotros creemos que es lo sustancial: la seguridad del country la realiza la prefectura.
Esto no es un episodio más, sino que muestra y demuestra como en el Estado de los monopolios lo público y lo privado se entrelazan.
Tengamos en cuenta que la prefectura es una fuerza pública, sostenida por el esfuerzo del pueblo argentino y con una tarea específica: controlar las fronteras navegables del país.
El argumento de que por estar en los márgenes del Río Lujan, la seguridad del Barrio privado corresponde a la prefectura, se cae por su propio peso… preguntémosle a los miles de vecinos que en nuestro país viven o sobreviven a orillas de ríos cuán custodiados están, por ejemplo a los vecinos de Dock Sud, o a los que habitan a lo largo del Riachuelo o del Río Paraná…
La utilización de las fuerzas públicas para fines privados es algo que se viene intensificando, como lo demuestra la permanencia de retenes de gendarmería y prefectura en muchas de las principales fábricas de nuestro país, claro que sin titulares de diarios, ni radios y canales de televisión.
El Estado actual es el Estado de los monopolios, más allá de la máscara que utilice la administración de turno; quedando una vez más expuesto que son ellos los que dirigen y planifican todo lo que es de interés público.