Entre ayer y hoy, los medios masivos de la burguesía publican muchos datos. Por un lado, los “índices” de la inflación que declara el gobierno de los monopolios calculados desde el INDEC; y por el otro, los calculados por serias consultoras privadas.
El “gran debate” planteado es el siguiente: para el gobierno, los precios minoristas subieron un 1,2% en febrero, resultando en el primer bimestre, una inflación acumulada del 2,3%.
Los otros, los serios, fustigan estos datos y señalan “que de ninguna manera esto es cierto”, que esto y que lo otro, y que en realidad la inflación durante febrero fue del 2,6% y que el incremento para el binomio Enero-Febrero está por encima de un 5,4%. ¡¿!?
Aunque no pueden ocultar que la suba de la canasta básica registra la mayor suba de los últimos ocho años, las estadísticas oficiales son impresentables, se las mire por dónde se las mire (basta ver las movilizaciones de los propios trabajadores que las elaboran) y es sabido que el Gobierno manipula indicadores buscando algún tipo de réditos político u económico (cosa que por supuesto no logra).
También sabemos cómo calculan estos valores (tanto uno como otros, oficialistas u “opositores”), en dónde –como diría Discépolo- aparece la Biblia junto al calefón, en donde entra en la misma lista un kilo de carne picada o un paquete de fideos, con un wisky importado o una cartera de Versace.
Decir que la inflación del INDEC está dibujada es como demasiado benevolente, pero los que tienen “la verdad” nos dicen que fue del 6% en dos meses, frente a ello nos preguntamos: ¿Nos están cargando? ¿Se creen que estamos en otro país?
Evidentemente la burguesía continúa chapoteando en el barro sin hacerse cargo –o mejor dicho- no pudiendo evitar el alud que se le está por caer encima.
La suba generalizada en alimentos y bebidas –por no citar todo lo demás que esto empujó-, en la carne vacuna, de ave, de cerdo, verduras, lácteos, frutas, arroz, panificados, fiambres, etc., es por lo menos diez veces lo que dicen los índices mas “opositores”. Vale preguntarse ¿a qué se oponen?
Las cosas por su nombre: el aumento generalizado de precios está provocado por la voracidad burguesa de obtener mayores ganancias. Y esto está haciendo estragos en los sectores populares, sumado al achatamiento del salario y al empeoramiento en las condiciones de trabajo y de vida; lo que demuestra la total falta de perspectivas futuras que tenemos de continuar así y la desintegración a la que nos empuja este sistema inhumano. Le pongan el número que le pongan…