De la industria automotriz mucho se habla, del gran empuje de este año, del 2010 record y de las millonarias inversiones. Que Toyota arrasa con la Hilux, que Ford invierte para un auto nuevo en tecnología, que Renault se lanza con línea nueva, que VW en Córdoba invierte 100 millones de dólares y en Pacheco produce la Amarok (Nueva Pick-up) para exportar a todo el mundo. Así, todos los días hay noticias nuevas que la burguesía lanza como avances de la humanidad.
La contratara de todo esto es la cotidianidad que vivimos en la fábrica. Trabajando cada día con las líneas más rápidas, expuestos a accidentes o a lesiones irreversibles (muñecas, tendones, lumbalgias, hernias). Además de la gran presión que nos tiran para que las unidades salgan justo a tiempo y con la menor cantidad de defectos sujetos a retrabajos, lo que implica que todos andemos a las corridas y, muy seguido, haya algún atropellado.
Las horas extras (12 hs. de lunes a lunes), si bien dan algo de aire al bolsillo, se empiezan sentir en el cansancio acumulado, en los roces y conflictos con las familias.
La iniciativa de las empresas de tratar de imponer un “reglamento” donde las pautas son sólo trabajar a destajo, son motivo de chiste entre nosotros (“no se puede tomar mate” – “no se puede fumar” – “no se puede usar celular” como verán un chiste mejor que otro).
Todo esto es una cara de la moneda que no se ve, la otra cara es la bronca y sobre todo el odio que todo lo anterior genera. El empuje es total, no importa si sos nuevo o con años de fábrica, si sos joven o viejo, si estás con contrato temporal o efectivo… la actitud es la misma: OFENSIVA. En general se expresa en hechos individuales o en sectores determinados por reclamos muy puntuales (ropa, velocidad de línea, agua, materiales de protección personal, etc.).
Poco a poco, motivados por el impulso y la conquista del 40% de aumento empezamos a encontrarnos autoconvocadamente, experimentando formas de cómo organizarnos. Romper el aislamiento, no sólo dentro de las mismas plantas sino también con las demás terminales, autopartistas y fábricas aledañas, es para los trabajadores, algo fundamental en esta etapa.