El estado de ánimo de toda la clase obrera en los últimos meses se ha elevado a un nivel de bronca y comprensión que nos coloca hoy, como clase, en un peldaño del cual ya no se puede descender. En todo caso, si algún remanso se produce en estos tiempos será, sin ninguna duda, en un contexto y marco general de auge y de ofensiva y no de retroceso. Pero lo importante ahora es que la temperatura se sigue elevando, pues el papel de los gremios en las discusiones salariales era el de esperar: tirar lo más que puedan para atrás.
Pero esto está desbordado. La discusión salarial se traslada, entonces, por los marcos que quieren los trabajadores y no como pretende la burguesía de transitar por las vías “legales” de las paritarias. Los trabajadores de Arcor lo demuestran contundentemente. “Nos importa tres pitos lo que haga el gremio…Nos autoconvocamos, paramos y cortamos la ruta”.
Entramos en una situación que es fundamental ganar todos los días, por más pequeño que sea el reclamo. Ya nos podemos mover casi a nuestro antojo en la fábrica, no es tan simple el apriete por parte de la patronal; le comenzamos a embarrar la cancha en serio a la burguesía. Todos estos hechos son señales que nos llevarán sin duda del paro por el reclamo a la confrontación, es decir, de pedir y exigir, a imponer nuestras reglas de juego.
Por ello, las más amplias vanguardias obreras tienen que analizar bien lo que está pasando porque es hora de tomar decisiones sin vacilaciones, es un momento donde la actual correlación de fuerzas la vamos a quebrar con la acción. Las masas obreras en las fábricas están esperando que sus hombres más queridos y respetados se pongan al frente del paso que hay que dar en el enfrentamiento, pues hoy por hoy es la única forma que tomemos confianza en la tremenda fuerza que anida en la clase obrera.
Es una necesidad imperiosa hacer la experiencia en un plano superior, es decir, la huelga. Debemos comprender que se avecinan grandes confrontaciones que adquirirán peso nacional y repercusión internacional.
Dichas confrontaciones se van a dar porque los trabajadores vamos a saber encontrar los caminos de la unidad de toda la clase que tanto necesitamos. No estamos solos, el pueblo nos acompañará.
Un gran torrente comienza a avanzar y será implacable. No le hagamos caso al silencio de los medios de comunicación masiva, de cualquier índole, son la burguesía. Si las cosas están pasando en tu empresa ¿¡qué indica que ése es el único lugar en el que están pasando!?
Debemos dar un paso al frente decididamente. Que la burguesía monopólica y todo el arco político, sindical, intelectual, etc. a su servicio sigan en una burbuja de la cual no pueden salir, nos beneficia, pues cuando pretendan hacerlo ya será tarde.