La UOM negoció, a espaldas de los trabajadores, un aumento de sueldos del 25% que se pagará en forma escalonada: Primero, 10% y, luego 15% hasta el mes de marzo de 2011.
Esto es el resultado de las paritarias, una institución que funciona todos los años en donde los gremios rediscuten en forma parcial o total, los convenios laborales con las patronales del sector. El Estado actúa como contralor y garantía de que se cumpla la ley.
Como vemos: ¡Todo legal! ¡Tudu bein! Como diría Don Carlos, el personaje de la propaganda de televisión.
Ahora veamos: ¿Quiénes están en la mesa de la negociación en donde se deciden los aumentos?
1- Los grandes empresarios de los monopolios porque son los que deciden entre todos los patrones.
2- El Estado a través del ministerio de trabajo.
3- Los dirigentes sindicales verdaderos policías dentro de las fábricas, defensores de la patronal, patoteros en contra del trabajador, empresarios colegas de los monopolios y otras “virtudes” que sería muy largo enumerar.
En síntesis, los trabajadores no están.
Hoy, las paritarias que fueron una conquista de los trabajadores, son una herramienta de la burguesía, que le permite a esta clase y al gobierno de turno a su servicio montar un circo en el que se presenta la comedia de una supuesta negociación entre trabajadores y patrones para que todos queden conformes.
¿Qué significa para un sueldo promedio de $ 1.800 un aumento de 10%, ni más ni menos que $ 1.980. ¿Se puede vivir con ese sueldo mensual?
Bueno, pero a fin de año, ese sueldo va a estar en $ 2.227, dirían los patrones, los sindicalistas y el gobierno.
¡Qué caraduras! ¡Qué miseria!
Y esto, en una rama como la metalúrgica en la que la mayoría de los bienes que se producen son: chapas, autopartes, caños, estructuras, máquinas, perfiles, clavos, herramientas, en una palabra, medios de producción necesarios para poner en funcionamiento todas las industrias del país.
En conclusión, tenemos un ejemplo de lo que ocurre con la totalidad de los trabajadores y que habla a las claras que las paritarias no sirven al pueblo. Un 25% de nada, es …¡nada!
Así como en su momento las paritarias se conquistaron con luchas, así como las organizaciones sindicales se construyeron con lucha y para la lucha, hoy sólo con lucha podremos conquistar mejores salarios y condiciones laborales que nos permitan vivir más dignamente con 8 hs. de trabajo diario.
¡Bueno, pero hay que respetar la ley! Nos dicen a coro los empresarios, los sindicalistas y el gobierno de turno.
La ley de morite de hambre, viví como puedas y andá a llorar a otro lado, es la ley del sistema, que sostienen la burguesía, el gobierno al servicio de los monopolios y los sindicatos empresariales.
La clase obrera, los trabajadores en general y el pueblo todo, han conquistado derechos y mejores condiciones de vida luchando por fuera de las leyes establecidas por el poder de turno.
Durante las luchas por la independencia, el pueblo argentino luchó por fuera de las leyes de la corona española. Más tarde, la clase obrera y el pueblo lucharon en jornadas históricas como la Patagonia, la semana trágica, la forestal, una mayor participación en la renta nacional y los derechos laborales y sindicales antes y durante el peronismo de mediados del siglo pasado, el cordobazo, el villazo, el rodrigazo, el santiagazo, Cutral Co, el correntinazo, el salteñazo, las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, sólo por nombrar algunos ejemplos.
Y todas esas luchas y las conquistas logradas por ellas se llevaron a cabo obedeciendo a la ley más importante que existe, que es la que debemos esgrimir y hacer respetar: la ley de la dignidad de los trabajadores y el pueblo.
Esa es nuestra ley suprema. La que debemos hacer valer y cumplir. La que debemos imponer por razón, por justicia, por luchas.
Todo lo que se oponga a esa ley, por más que esté escrito, reglamentado y decretado, debe ser enfrentado y combatido.
No hay fuerza institucional que pueda vencer a la más importante de las leyes defendida y sostenida por la movilización de todo un pueblo decidido a hacerla regir y respetarse. La vida dignidad del hombre y la mujer trabajadores, y de las mayorías populares.
Esta comedia de la paritaria con la que pretenden cerrar los caminos de las conquistas hasta la próxima función teatral de marzo de 2011, no sólo no cierra ninguna lucha, sino que apenas constituye el piso sobre el que nos paramos para conquistar un mejor salario.
¡Aumento de sueldos ya y un básico mínimo acorde a la canasta familiar, con 8 hs. de trabajo, para todos los trabajadores!
La burguesía y toda su sociedad organizada al modo capitalista, hace agua por todos lados en el mundo y, principalmente, en nuestro país en donde nadie les cree nada.
Los pueblos del mundo avanzan y están en auge luchando e imponiendo sus condiciones contra la voluntad del poder. Nosotros que también transitamos un camino de auge debemos dar mayores pasos decididos a conquistar para seguir avanzando.
Es el momento. Ellos están débiles en todas las líneas. Los sindicatos truchos, las paritarias truchas y todo su sistema trucho, serán pulverizados más tarde o más temprano por la fuerza auténtica de la movilización, la lucha y la conquista llevadas a cabo por la clase obrera y el pueblo argentinos.