Un reclamo muy sentido en esta fábrica es la recategorización, ya que durante mucho tiempo la empresa negó el aumento de categorías pero sí impuso aumento en la productividad y en las responsabilidades a través de la flexibilización del trabajo.
En todos los sectores aparece este reclamo, y la empresa arrinconada, tiene que ir aflojando, pero como no se quedan de brazos cruzados, quieren sacar siempre alguna ventaja.
Es así cómo en el sector de Vacíos, que es donde se acomoda la producción en cajones, la empresa quiso dar un plus por productividad y por ende el sindicato, fiel a su papel de sirviente, anunció la novedad con bombos y platillos, esperando tranquilo que los trabajadores se conformen, ya que se habían “logrado” $130 en vez de la categoría por la que luchaban los obreros.
En respuesta, los trabajadores enardecidos les dieron la espalda y rechazaron el plus advirtiendo que si no dan la categoría, el paro es inminente