Desde esta misma página hemos definido el ostentoso circo que vivimos en la “semana de mayo” como el Bicentenario de la infamia (ver columna de Destacados), no vamos a redundar en críticas a esta farsa de la burguesía. Sí queremos destacar que hubo lugares en donde al Bicentenario se lo planteó desde la lucha de los pueblos, como ocurrió en Mendoza el 25 de Mayo último.
Como pueblo que da pelea, digno es de destacar el comunicado que hace público la Asamblea Popular por el Agua de la Ciudad de Mendoza, donde con claridad plantea el potencial del pueblo organizado desde la autoconvocatoria y la independencia política, diferenciando claramente el sentir popular de la frívola puesta en escena de la burguesía.
Esta metodología se está imponiendo de Norte a Sur y de Este a Oeste, en cada lucha y reivindicación encarada por nuestro pueblo, coincidiendo plenamente en que estos organismos autónomos donde se practica la democracia directa son el germen instituyente del nuevo poder que construye nuestro pueblo.
Transcribimos el comunicado de la Asamblea Popular por el Agua de la Ciudad de Mendoza, más claro echarle “agua” (no contaminada):
200 Años de Resistencia
BASTA DE SAQUEO, HAMBRE Y LA CONTAMINACIÓN
EL AGUA NO ES UN NEGOCIO, ES VIDA Y UN BIEN DE TODOS!
Mendoza, 25 de mayo de 2010
Hoy celebramos 200 años de la resistencia de nuestro pueblo, sintiéndonos también juntos a nuestros hermanos latinoamericanos. Es una fecha para repensar no sólo el pasado sino también nuestro presente y futuro.
Hace doscientos años ya se enfrentaban distintos modelos y modos de construir nuestra sociedad. Hoy nuestro pueblo asiste a los mismos desafíos pero con el peligro de arrastrar nuestra naturaleza a límites tras los cuales se hará muy difícil volver después de haberlos pasado. El agua, la tierra, la energía son bienes cuya soberanía hoy buscan arrebatar los poderosos a los sectores populares.
Este 25 de mayo, debe servirnos no sólo para celebrar y recordar una fecha del pasado, sino para cuestionar el presente y exigir un futuro mejor. Debe servirnos, para reclamar una verdadera independencia, una definitiva independencia de la opresión, de la injusticia, del saqueo que hoy se disimulan bajo el discurso del crecimiento económico y las inversiones en infraestructura para los grandes proyectos mineros, los agro-negocios; que son sólo negociados de funcionarios y empresas corruptas, que traen el hambre y la desintegración de las comunidades donde se instalan. No debemos olvidar, también la exigencia de un pueblo ante lo que le corresponde, especialmente ante el descuido y ninguneo del gobierno de los servicios básicos (salud, justicia, educación) para todas y todos los que formamos parte de esta sociedad.
Es así, buscando respuestas, desde los de abajo, desde el mismo pueblo sin confiar en funcionarios “salvadores” que como meros burócratas no cuestionan el modelo impuesto, ni en empresas que bajo el mentiroso concepto de la “responsabilidad social” que se adjudican ellas mismas no hacen más que perpetuar el engaño del saqueo y la contaminación a las que nos someten. Es también dándonos cuenta que la verdad no reside en los monopolios mediáticos como se re-significará esta fecha. Sólo así se actualizará y se podrá consolidar una verdadera revolución, más amplia y definitiva que la de aquel 25 de mayo de 1810.
Las asambleas de autoconvocados, ya estaban presentes en los movimientos de trabajadores del primer centenario; en los años 90’ volvieron a conformarse para luchar por la búsqueda de trabajo a la vera de las rutas y las calles; y luego en 2001/2002, cuando muchos de nosotros veíamos cómo se desmoronaba nuestra vida por una de las crisis más brutales de la historia argentina reciente. Esta forma organizativa, la asamblearia y autónoma, es la que hoy está viva en quienes desde Jujuy a la Patagonia y desde la cordillera hasta el Atlántico, defienden nuestros bienes comunes de la voracidad de funcionarios, políticos, y empresarios, que amparados por las fuerzas de seguridad y los grandes medios de comunicación consuman la opresión que hoy vivimos.
Nosotros como muchos compañeros y compañeras del campo popular (de Argentina y otros pueblos hermanos) somos silenciados y criminalizados, pero eso no hace mella en nuestras convicciones. Estamos aquí hoy, para levantar nuestra voz contra el proyecto mega minero San Jorge en Uspallata, rechazar la judicialización y sumarios de miembros de la asamblea de Uspallata y estudiantes de la UNCuyo , para alzar la voz por el saqueo al que nos someterá el proyecto de sales de potasio en Malargüe ( ya aprobado por el gobierno de Jaque y Carmona), para rechazar el financiamiento mega minero y privado de las universidades públicas, para recuperar OSM con el control del pueblo y sancionar a los empresarios que la vaciaron y para defender nuestros glaciares y un desarrollo verdaderamente sustentable.
El pueblo de Mendoza, y sus asambleas populares defenderemos con uñas y dientes los bienes naturales de esta tierra. Para esto, no sólo emplearemos y consolidaremos las herramientas legales que nos amparan (la ley 7722), también denunciaremos, reclamaremos y actuaremos junto a las demás organizaciones populares. Sólo así, en la unidad con los demás sectores populares lograremos construir un futuro donde los bienes naturales no sean más mercancía sino bienes comunes y donde los ejes estratégicos del porvenir estén dados por la gente y los más débiles en lugar de los grupos del poder empresario y su derecha política, el gobierno y las minorías tecnocráticas del presente.
Solo a través el poder popular que construya nuestro pueblo, las organizaciones y las demás asambleas socio-ambientales podremos alcanzar una sociedad verdaderamente justa. Convocamos a fortalecer nuestra unión, a luchar todos juntos y a pensar un proyecto que nos contenga a todas y todos los que queremos otro bicentenario, EL BICENTENARIO DE LOS PUEBLOS!!!
¡Por una verdadera y definitiva independencia! ¡Salud al pueblo que lucha y se organiza!
¡Basta de Hambre, saqueo y contaminación!
Asamblea Popular por el Agua de la Ciudad de Mendoza