El Sr. Martín Firmat, Gerente General de la multinacional norteamericana Kimberley Clark-Argentina, perteneciente al rubro papelero, declaró recientemente que “no resistirían una nueva paritaria este año”.
Hasta ahí podríamos tomarlo como una declaración más de un gerente de los monopolios que pretende hacer buena letra ante sus jefes. Pero esto no es una casualidad. Si tomamos en cuenta que por ejemplo, el SMATA a través de sus comisiones internas se lanzó a hacer un sondeo a los trabajadores planteándoles que después de estas paritarias ya no les conviene reclamar así salarios, sino que “el mejor método sería aumentos de acuerdo al costo de vida”. La pregunta inmediata que se hacen los obreros es más que obvia: ¿cuál, el que da el INDEC?
En este país nunca nada que venga de la burguesía es casual; ellos siempre están unificados cuando se trata de chuparle la sangre al trabajador; asumen como un solo hombre una posición de clase. Pero si estamos atentos nos daremos cuenta rápidamente de cuál es el cuchillo que se traen bajo el poncho, pues como fueron sorprendidos por los recientes reclamos salariales, donde el triunfo de los trabajadores fue contundente, ya preparan nuevas maniobras para el futuro. Lo que quieren es comenzar a generalizar la idea de basta de paritarias, ni siquiera las paritarias truchas les sirvió para frenar la ola de reclamos.
Lamentablemente llegaron tarde pues, si se animan a llevar a la práctica semejante idea, van a encontrar una respuesta más contundente, que el reclamo generalizado por aumentos del 35% que lograron en general los trabajadores.
Lógicamente en esta ocasión algunos gremios firmaron rápidamente convenios muy por debajo de esto, como el caso de la UOM, pero el costo que tuvo que pagar el gremio y el que van a tener que pagar las empresas será aún mayor porque la bronca y el descontento de los trabajadores torna insostenible la situación, lo que hace prever que grandes y nuevas luchas vendrán en este y otros sectores.
Como vemos, la ola de maniobras improvisadoras de parte de la burguesía va a ser innumerable. Bien lo podríamos comparar con el viejo dicho: “Esos son manotazos de ahogado”.