(Desde Bolívar). El pueblo está conmocionado y esto vino a caldear más los ánimos. Es un profundo dolor por lo ocurrido.
El sistema judicial local conjuntamente con el provincial asesinó a una trabajadora de judiciales muy querida como persona y como trabajadora en el pueblo.
La asesinó inculpándola de un delito inventado que nunca cometió, retirándole el sueldo completo y dejándola en una situación de cese permanente, cuestión que provocó tanto disgusto en la compañera que la llevó a enfermarse y morir.
Ante tan salvaje hecho que no pudieron explicar, (ni siquiera el gremio con cola de paja después de asesinada) buenamente decidieron devolverle a la familia los 9 meses de jornales que injustamente le habían retenido y además le pidieron disculpa a la familia, hecho que indignó aún mas a la población, porque todos saben que la mataron los jueces, porque tal vez descubrió sin querer algo sucio, o no quiso hacer algo ilegal.
Este hecho expuso como ningún otro la mafia de la justicia y los jueces locales y se trata en cada casa y en cada asamblea. Es mucho el dolor vivido por todos, por eso decimos como bolivarenses, todos somos Silvina Vignau. Con tu partida nos atacaron a todos, mataron a una trabajadora.
A partir de este hecho cada asamblea autoconvocada abrirá con su recuerdo y en su nombre.
Ante el pueblo quedaron totalmente expuestos el ex juez local Víctor Chiclana (condecorado hace algunos años por los políticos locales como adalid de los derechos humanos y persona honorable), como así también el actual, llamado Roberto Dimaggio y todo el colegio de abogados que falsamente ahora mandan coronas de flores y avisos fúnebres, como así también la fiscalía y la corte suprema de justicia provincial, que la suspendió a la compañera sin goce de sueldo sin motivo alguno.