Hay una carpa con obreros despedidos de empresas petroleras. Frente a las puertas de Schlumberger
La santa alianza (empresas, sindicatos y gobierno) una vez más se ponen de acuerdo para hacer oídos sordos al clamor de todo Neuquén, para que terminen los despidos
Eso que dijo Pereyra que “nos tocan a uno y paramos todos”, es un verso que usa para el discurso de barricadas, mientras en las sombras nos entrega atados de pies y manos
Necesitamos la unidad de todos los trabajadores, los del petróleo y los otros, los contratados y los efectivos, los activos y los despedidos.
Ellos, se unen para aplastar el salario, nosotros necesitamos la más amplia unidad de los trabajadores para enfrentarlos.
La herramienta no puede ser el gremio, que ha caído o forma parte de las empresas donde Pereyra es un gerente más.
La herramienta debe ser la autoconvocatoria para que nadie decida en nuestro nombre a nuestras espaldas.
Miles de despedidos de obreros que los hicieron figurar como trabajadores de la construcción, cientos de despedidos de las empresas de servicios especiales han rebalsado el vaso de la paciencia y la espera.
Basta de listas negras, basta de despidos.