La ganancia es la única razón que mueve al sistema capitalista. Por el contrario, el ser humano pierde su esencia, pasando a ser un número potencial de consumo; o una máquina que produce capital; o un desecho cuando tras una invasión yanqui produce “daños colaterales” haciendo volar por mil pedazos poblaciones enteras en sus guerras capitalistas. Miles de ejemplos podemos dar, pero lo cierto es que en el capitalismo si el negocio es la pobreza o la muerte, bienvenidos sean.
Tal es así, que sin ningún tipo de escrúpulos, el presidente de la compañía multinacional DANONE SA. Franck Riboud, anunció que la llave de su crecimiento, esta en “la base de la pirámide”, refiriéndose a las masas empobrecidas del mundo.
Con esta estrategia, Danone se encuentra a la vanguardia de las multinacionales occidentales que apuestan gran parte de su futuro a los países emergentes.
Dolima, es una marca lanzada en noviembre del año pasado en Bangladesh, con el objetivo de alcanzar a clientes que viven con presupuestos de un dólar al día para alimentarse, y se vende a un ritmo de más de 30.000 tubitos por mes, y sus ventas aumentan. En Indonesia, Danone vende a los pobres yogures líquidos por 10 centavos de dólar; en México, ofrece botellas de agua mineral a 15 centavos de dólar. Danone cree que su yogur encaja bien en Senegal porque se creó como un snack para llevar, bien adaptado a los consumidores senegaleses que comen tres o cuatro snacks durante el día y tan sólo una comida principal.
En 2004, varios ejecutivos en Indonesia le mostraron un diagrama piramidal al presidente de Danone, en el que se veía que, de una población total de 240 millones, tan sólo 20 millones en lo alto de la pirámide podían comprar productos de Danone. Por ello, decidió crear un yogur líquido, barato y para llevar para los consumidores pobres y los niños. “¿Por qué no debería hacer negocio con ellos también?”, recuerda haber pensado Riboud. Por lo tanto crearon el primer yogur de este tipo, que se lanzó en Indonesia a finales de 2004, a 10 centavos de dólar por cada envase de plástico de 70 gramos.
Dos años y medio después, Danone se alió con Muhammad Yunus, el bangladeshí que posteriormente ganó el premio Nobel de la Paz por su programa de microcréditos para empresarios pobres. La idea era vender un yogur barato de siete centavos de dólar llamado Shokti Doi, que significa “yogur fuerte”.
Riboud cree que el concepto “Dolima”, o “Dame más”, en el idioma local en Bangladesh, puede convertirse en un negocio lucrativo, incluso podría convertirse en un producto de alcance mundial.
Danone es una multinacional de origen francés con fábricas en los 5 continentes. Sólo en América Latina, tiene 34 plantas, con presencia en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, Guatemala y México, donde también vende otras marcas como Vitalinea y Ser.
En la Argentina, Danone, es accionista mayoritario de La Serenisima, que en agosto de 1999, abrió la planta más grande de América latina, en la localidad de Longchamps, con una inversión de US$ 60 millones. Su actividad es la elaboración de quesos untables, yogures, flanes y postres. La planta procesa 1 millón de litros diarios de leche.