Así rezaban irónicamente las pancartas de los vecinos del Barrio Agustoni que cortaron las calles en reclamo por el asfalto el pasado 21 de julio. Y es que no les quedó otra, cansados de la sordera oficial se vieron en la necesidad de salir a las calles por lo que les corresponde. El reclamo viene hace rato y los vecinos ya se cansaron de hacer presentaciones ante la municipalidad y junta de firmas sin obtener una sola respuesta. Denuncian también no sólo la falta de obras de pavimentación y cloacas sino que las pocas que se realizaron se hicieron mal. La calle Rivadavia, por citar un ejemplo, se convierte en un río cada vez que llueve y los padres cuentan con indignación que los chicos para ir a la escuela salen con bolsas de nylon en los pies.
La situación de malestar en el barrio fue aumentando en las últimas semanas y así decidieron salir de sus casas, concentrarse y quemar gomas en una esquina. La esquina elegida no fue otra que San Salvador y Paraguay, donde existe un pozo de 1 metro de profundidad con total impunidad sin que ninguna autoridad haga nada por remediar la situación.
Los vecinos de Agustoni hicieron un gran aprendizaje, las conquistas se obtienen con la lucha, ganando las calles y organizándose en forma autoconvocada para construir la unidad de todo el pueblo.