El pueblo le pondrá su sello al futuro
La prensa burguesa informa que las ganancias sumadas en el segundo trimestre por los principales bancos que cotizan en la Bolsa -BBVA Banco Francés, Grupo Galicia, Macro, Santander Río, Hipotecario y Patagonia- llegaron a $ 881,6 millones, lo que implica un alza del 28,4% frente al mismo período de 2009, mientras que en el acumulado del semestre las utilidades alcanzan a $ 1838,5 millones.
Además, comenta que la mayoría de las entidades muestran un crecimiento tanto en sus ingresos por comisiones como en sus ingresos financieros, a lo que ahora se suma que también se beneficiaron por el canje de la deuda, que impactó favorablemente en su cartera de títulos públicos.
Y con gran cinismo afirma que en la City porteña, todos votarían por los Kirchner, ya que “a pesar de su discurso, este gobierno ha favorecido a los bancos que han obtenido más ganancias que otras actividades”.
Esto sólo puede sorprender a esos empedernidos autodenominados progresistas que, huyendo de un supuesto fantasma de “derecha” apoyan y defienden a un gobierno que alimenta a la oligarquía financiera y que sigue puntillosamente todos sus dictados tendientes a concentrar y centralizar más capital en desmedro del pueblo.
Lo que no dice esa prensa burguesa, ni la supuesta oposición política que tanto “critica” al actual gobierno, es que los bancos constituyen la herramienta de la que se valen todos los monopolios para obtener ganancias más que extraordinarias. Se empecinan en crear confusión mostrando a los bancos como los malos de la película, tratando de “separarlos” del resto de las empresas monopolistas.
Sin embargo, toda empresa monopolista industrial, comercial o de servicio (tal como ellos las llaman según la división de los sectores económicos que nos muestran), cuenta con acciones, o está asociada o tiene un emprendimiento en común con un banco, una financiera o posee títulos depositado en los mismos, que son objeto de acumulación, especulación y, por sobre todo, grandísimas ganancias. A esta fusión entre el capital bancario e industrial, hace casi un siglo, “Lenin” la llamó capital financiero.
El Capitalismo Monopolista de Estado (es decir, el Estado al servicio de es capital financiero) es el entrelazamiento entre los bancos, las empresas monopolistas industriales, comerciales o de servicios con el gobierno de turno, y el resto de las instituciones estatales (justicia, parlamento, etc.).
Los funcionarios del gobierno de turno, ayer fueron directores de bancos, mañana serán directores de una empresa industrial y pasado mañana estarán al frente de una cadena de distribución de productos masivos. Pueden ocupar los cargos simultáneamente o alternarlos, da lo mismo.
En la ganancia de los bancos, se ve reflejado el promedio de las ganancias de los monopolios.
Por estas razones, fuera de todo discurso mentiroso, es que este gobierno facilita y sigue puntillosamente los dictados del capital monopolista cuyo fin es seguir obteniendo ganancias enormes mientras se empeoran diariamente las condiciones de vida del pueblo.
Claro que, como lo venimos reflejando en esta página, aunque los negocios del capital financiero vayan viento en popa, la tierra se mueve bajo los pies de tanta fiesta. Las grandes ganancias de arriba profundizan el descontento y la lucha de abajo que crece día a día. El pueblo le pondrá su sello al futuro.