Quedémonos tranquilos los trabajadores y el pueblo argentino, Néstor Kirchner, desde el Luna Park, anunció con bombos y platillos y con la verborragia que lo caracteriza, que en el próximo período constitucional (del cual aseguró que va a salir triunfador), la renta nacional va a estar repartida en partes iguales: el 50% para el capital y el 50% para los trabajadores.
¡¡¡Hay que decir estupideces!!! Los Kirchner, como representantes de los monopolios ya llevan dos períodos “constitucionales” donde nunca antes en la historia hubo un crecimiento del PBI global tan grande. Este bufón se cree que poniéndole una zanahoria de plástico por delante, el pueblo le va a creer.
Lo que tiene que explicar, en realidad, es por qué en casi 8 años de gobierno, con una tasa de crecimiento en porcentajes similares a las tasas de crecimiento chinas (8,6% en los primeros 5 meses de este año) lo que le queda al pueblo argentino de la renta nacional no supera el 27%. Eso tendría que haber explicado él, su gobierno y todos los chupamedias que lo acompañan. Ahora, sería bueno también que se haga entender y explique por qué habríamos de creerle que en el próximo período van a otorgar el 82% móvil a los jubilado. Sería bueno que explique cómo se frena la carrera inflacionaria donde los precios van por el ascensor y los salarios por la escalera. Sería bueno también saber para qué esperar al próximo período para derogar la flexibilización laboral (Ley aprobada con las coimas en el Senado), o cómo terminar con las jornadas extenuantes de 12 horas y todas las calamidades que padecemos a diario los trabajadores, mientras ellos ofician de “conductores” de una nación, que permiten que cientos de miles de millones de dólares en ganancias que genera el pueblo trabajador tengan cualquier destino que le den los dueños de los monopolios, menos el bolsillo de quienes generamos esos recursos, los trabajadores y el pueblo.
Nada les importa a estos políticos burgueses, empresarios y sindicalistas, que teniendo vidas holgadas y desmedidas a costa de nuestro sacrificio y sufrimiento, tirar ligeramente en un discurso electoralista mentiras de semejante calibre. Plantear esto, por si ud. no lo sabe, Sr Kirchner, es un acto de corrupción. La burla desde el poder hacia un pueblo es despotismo en el Siglo I igual que en el Siglo XXI.