Leyendo una noticia del diario Tiempo Argentino titulada: “Para no ser pobre, una familia necesita $1186”, en la cual, según estadísticas del INDEC, los precios de los productos que integran la canasta básica alimentaria (CBA) subieron sólo 1.1% durante agosto, debido a incrementos en verduras y lácteos (¿?). Señalan una suma de $545.63 para comprar productos alimenticios. Algo totalmente irreal, que seguramente no contempla que la carne ha aumentado hasta un 50% en lo que va del año.
En carne, solamente gastando $20 diarios, se llega a una suma mensual de $600, lo que significa que, no ser pobre es decirle adiós a la carne, sin pensar en lo que se gasta en leche, frutas, verduras, legumbres y lo que se consume en la dieta diaria.
¿Cómo hace una familia que gana esa cantidad de dinero para vivir?
¿Cómo hizo los cálculos el INDEC para incluir gastos de viáticos, indumentaria, medicamentos, alquiler, llevar a los chicos a la escuela, etc?
El estado monopólico, pretende, subestimando al pueblo, achatar los salarios planteando estas estadísticas.
Las estadísticas, en este sistema, siempre estuvieron basadas en la ganancia. Se pretende ocultar la realidad y no lo logran. “De esta manera tendríamos que pensar que si con $1200, ya no somos pobres, con un sueldo de $2400 vivimos bárbaro”
Inventan números para justificar la negación de los aumentos de salarios, ya que los monopolios, pretenden que nuestros sueldos estén por el piso, para que nos veamos obligados a tener que trabajar en jornadas agotadoras de 12hs o más, de lunes a lunes.