Estos movimientos policiales y de las fuerzas armadas están expresando hasta qué punto están tensas las relaciones interburguesas y las crisis políticas que atraviesan.
Mientras tanto los pueblos siguen avanzando, conquistando y poniendo en jaque todo tipo de dominación. Pueblos que no dejan acomodar a su paladar las disputas de intereses multinacionales. A la debilidad de las democracias burguesas la única violencia aceptable y aceptada por los revolucionarios en el terreno político es la que tomen las más amplias masas en sus manos acaudilladas por la clase obrera y su proyecto de poder.
Rechazamos el intento de golpe policíaco militar y bregamos porque el pueblo Ecuatoriano encuentre las vías más enérgicas que desemboquen en un proceso revolucionario libre de todo oportunismo que lo libere definitivamente de la dominación de clase burguesa.