El día martes 5 de octubre en Cartbox, fábrica de cartón corrugado ubicada en La Tablada, dieron asueto a todos los operarios de producción; la razón fue el fallecimiento de un compañero.
Vale aclarar los motivos de esta pérdida tremenda. En el mes de julio este compañero con más de 25 años de antigüedad, faltándole un año para jubilarse, sufrió un terrible accidente en las instalaciones de dicha fábrica. La producción se apila en madejas de 500 kilos, llamados fardos, que se enciman para la distribución; está permitido apilar un máximo de 3 fardos o sea 1.500 kilos (para que no tambalee).
Pero la empresa –para abaratar sus gastos– hacía apilar más de 3, llegando a veces a apilar hasta 6 fardos, para pagar un solo camión por día y sacar todo de una sola vez. Para desgracia este compañero, pasaba por ahí cuando unos de los alambres que hataba los fardos de la 3ª fila se rompió, hizo tambalear la pila y cayeron más de 2.000 kilos de cartón sobre él. Esto le provocó la rotura de la médula, impidiéndole que volviera a caminar. Este hecho derivó en meses de internación, en operaciones de intestinos que le ocasionaron una infección intrahospitalaria -lo cual no pudieron revertir- y fue esto lo que terminó con la vida del compañero. La empresa -como no podía ser de otra manera- intentó responsabilizar al clarkista que apilaba los fardos… ¡una basura!
“Si el trabajador no hace más que cumplir con las órdenes de arriba”…
Esta triste noticia es una muestra más de que este puñado de parásitos no sólo nos roba nuestra fuerza de trabajo sino también la vida, con el único objetivo de continuar llevándose las ganancias a costa de nuestro esfuerzo y sacrificio.
Así nos trata este sistema a los trabajadores. Pero esto no es noticia para el sistema.
Los trabajadores de las fábricas, como en este caso Cartbox, tienen jornadas de trabajo desgastantes, agotadoras, con la presión que imponen con los ritmos de producción y sin importarles un carajo el hombre, sólo la ganancia, como a todos los monopolios.
Entonces nos preguntamos ¿dónde está el sindicato cuidando al trabajador? Y también, presidenta, ¿en qué país se redujeron en un 60% los accidentes de trabajo? ¡¡¡Si van en aumento!!!
Comprobando –una vez más- que patronales, gobierno y sindicatos comparten sus intereses, tenemos que unirnos y autoconvocarnos codo a codo con nuestros compañeros, para frenar estos ritmos y conquistar un trabajo digno con jornadas máximas de 8 horas y 40 semanales, bien pagas, para que también podamos dedicarles tiempo a nuestras familias, a nuestros proyectos, a las cosas que nos dignifican.
Todo esto es mala palabra para la burguesía, nada de esto entra en sus planes de superexplotación. Sólo la lucha que llevemos a cabo los trabajadores, aplicando la democracia directa, hará valer nuestros derechos.