El club de parís, ¿Qué es el club de parís?, ¿se juega al futbol?, ¿al básquet?, ¿se reúnen señoras y señores a jugar al golf?
El club de parís, vaya nombre, es uno de los clubes en donde se juega a la timba financiera, un club en donde todos ponemos, y en donde pocos se la llevan.
El club es la timba financiera, con nombre rimbombante, aparatoso, para señores y señoras “bien”.
A nuestra gente le cuesta 7.100 millones de dólares (incluye intereses punitorios) la pertenencia a ese club de pocos… en esa timba, 40 millones de argentinos perdimos otra partida que nos va a costar sangre sudor y lágrimas pagarla.
Nuestra presidente salió en la tele y su rostro mostró las grietas de una partida perdida.
40 millones de almas, como cualquier familia de jugadores empedernidos, perdedores crónicos, estamos cansados de tantas mentiras, agachadas y engaños.
Este club de pocos ganadores, en realidad, son los verdaderos deudores, ellos son los que se llevaron las riquezas por poca monta y nos dan vuelta la “carátula”.
El capitalismo tiene esas contadurías que nadie entiende nada, justamente para ocultar al capital financiero, al capital usurario.
Distinto sería una contaduría de entradas y salidas en donde el único fin del control sería mejorar el nivel de vida de las personas.
Impensable mientras un club nos siga condicionando y gobierno tras gobierno sigan siendo socios del juego.
Ahora cerremos los ojos y pensemos qué haríamos los argentinos de trabajo con 7.100 millones de dólares para hacer un país digno para el hombre.