Las medidas de fuerza continúan. (Una trabajadora de la salud estatal de Mendoza, nos describe la situación por la que están pasando).
“Ante la resolución de la comisión nacional creada exclusivamente a pedido del ejecutivo provincial, es grande la bronca frente a la impunidad y la prepotencia del gobierno.
La patronal contra la cual estamos haciendo las medidas de fuerza es la misma que pretende ponernos límites y castrar nuestra expresión. Es ridícula, ilógica e intolerable esta situación. Nunca se debió aceptar la intervención de una comisión oficial, en primer lugar, y tampoco tener actitudes mediáticas con el gobierno. Pero ante la situación se deben intensificar las decisiones.
Los serviles del gobierno dictaminaron que los trabajadores de salud “NO PUEDEN HACER MÁS DE DOS DÍAS SEGUIDOS DE PARO POR SEMANA”. Además que no se le puede negar la atención a embarazadas, parturientas, niños, adolescentes, ancianos… es decir, se tiene que atender sin chistar al 60% de la población….y durante el paro…Para ser más claros: NO PODEMOS HACER PARO….¿No es eso acaso violar nuestros derechos como trabajadores????
Dice el hipócrita de la subsecretaría de trabajo que ni siquiera nos podemos reunir en asamblea. ¿¡Qué clase de gente nos está gobernando???!!!
¿Qué pasa cuando en el hospital Lagomaggiore se colocan dos parturientas por cama porque no hay camas? ¿Y cuando en el Notti se reprograman los turnos porque no hay quirófanos suficientes para operar a la gran cantidad de niños que lo necesitan? ¿Y los pobres viejos que hacen cola durante horas, día tras día, para conseguir un turno porque el sistema de salud está saturado?
No dice, el señor ministro, que no podemos atender porque no hay insumos. Que los análisis de laboratorio se suspenden porque no hay reactivos, y ni qué hablar de que tenemos que pedir que lleven el descartable. Que los pacientes se tienen que llevar hasta las sábanas para poder internarse. Nadie habla de los colchones tirados en el piso del hospital para poder cubrir, a medias, las demandas de la población. No se habla de la falta de medicamentos y que la gente tiene que salir a comprarlos aunque no tenga la plata, y que los internos psiquiátricos violentos tienen que estar atados porque no hay calmantes…
El sistema de salud está muriendo y no porque los que lo sostenemos trabajando normalmente seamos culpables. La salud se muere porque los que gobiernan estiman que es más importante hacer negocios con las prepagas que atender al que no tiene nada. ¡¡¡La salud debe ser gratuita!!!
Cuando a una persona en el hospital le cobran un arancel, no puede decir el gobierno que no hay plata para insumos, porque ese peso que le cobran va a parar a las cajas del Ministerio de Salud, y la platita que se llevan es bastante como para tener las condiciones necesarias para una buena atención.
En fin, las medidas siguen… Hasta cuándo y dónde no lo sabemos, sí sabemos que esta situación no da para más y que no podemos permitir que nos pasen por encima….Ante todo tenemos dignidad que defender.”