La ministra de Desarrollo social del Chaco literalmente obliga a la mano de obra barata o “los piojos del estado” –como históricamente y con sorna, se han llamado a sí mismos los contratados y becados de la provincia- a deambular por las calles y los bares de Resistencia para “sensibilizar a los ciudadanos respecto a los niños y adolescentes pobres que piden limosnas en las calles del microcentro”. ¿Sensibilizar?
Inventó «nuevos kioscos» y consiguió $ 149.597,73 de nación para “jugar” a “creatividad en los asentamientos”, “evangelización en el microcentro” y líneas telefónicas para que la ciudadanía denuncie a “la perrera” por donde andan deambulando los pobres para así limpiar la ciudad de ellos.
Estos parásitos monopolistas no sólo abusan de los “ejércitos” de gente que laburan en negro, con sueldos miserables y una constante extorsión en relación al hipotético pase a planta, sino que además los inducen a ejercer estas prácticas demagógicas y tiranas con el solo fin de ensalzarse mediáticamente para lograr alianzas más beneficiosas para sus bolsillos.
Esta aberración superestructural demuestra dos cosas: por un lado la ansiedad proselitista con que operan todos estos gerentes de los monopolios armando y desarmando inconcebibles alianzas. Y por otro lado, evidencia una cosa que los empleados de Desarrollo Social saben muy bien: si en esta sociedad capitalista existen chicos que a pesar de la pobreza extrema en la que viven, en algún momento se reconcilian con la vida o cubren mínimamente sus necesidades básicas, ES POR LA SOLIDARIDAD Y LA CAPACIDAD DE CENTRARSE EN EL SER HUMANO Y NO EN LA MERCANCÍA, QUE DIARIAMENTE “LE PONEN” A ESTA REALIDAD NEFASTA LOS TRABAJADORES ESTATALES. POR ESO LA LUCHA POR LA DIGNIDAD EN TODOS LOS TERRENOS ES LA CONSIGNA POR LA QUE SEGUIR LUCHANDO, DIGNIDAD POR EL TRABAJO EN BLANCO SIN TERCERIZADOS, NI CONTRATADOS, NI BECAS.
DIGNIDAD POR SUELDOS QUE ALCANCEN PARA VIVIR, Y NO SÓLO PARA COMER, DIGNIDAD POR LAS 8 HORAS DE TRABAJO, DIGNIDAD POR UNA VIDA.