Hugo Moyano, se dio un abrazo con empresarios, con quienes comparte sus objetivos políticos. Se dirigió hasta el hotel Sheraton para saludarlos y cerrar la Cumbre Iberoamericana de Empresarios, donde defendió el pacto social.
También el secretario general de la CGT, admitió que «lo que más afecta, es la inflación, que se puede descontrolar» y culpó a «los formadores de precios, los supermercados y los proveedores de los supermercados», pero nada dijo de la política de los monopolios y el gobierno de aumentar los precios con el objetivo de devaluar los salarios.
Mientras tanto el ministro de trabajo, Carlos Tomada, adelantó que el pacto social procurará que los aumentos de salarios de las paritarias de 2011 no disparen aumentos de precios, es decir, que sean lo suficientemente insignificantes, para que no se trasladen a los precios del mercado, no sea cosa que los monopolios no recuperen la pérdida que les genera una suba de salarios.
Tanto sindicatos como gobierno, responsabilizan a la lucha de los trabajadores por el aumento del costo de vida, desentendiéndose del origen de la inflación como política de Estado en beneficio de los monopolios que son los que imponen precios en el mercado.
Sin vergüenza, Moyano anunció sus planes para el 2011: «Los trabajadores tenemos que participar en política. ¿Por qué no podemos aspirar, después del 2011, a tener un trabajador en el gobierno?”. Asco da ver como estos enemigos del pueblo se toman el atrevimiento de llamarse trabajadores, para pretender engañar y traicionar a la clase obrera.
La lucha de los trabajadores ya rompió el pacto social antes de nacer. Cada día se profundiza aún más lo que ya está instalado: la lucha de los trabajadores por fuera de las instituciones de la burguesía. Hoy es necesidad imperiosa y urgencia de todos los trabajadores.