A la violencia del sistema el pueblo le responde con acción
En Avellaneda los trabajadores de las empresas tercerizadas del Ferrocarril Roca iniciaron las medidas de fuerza ya que la empresa y el gobierno no cumplieron con lo acordado. Recordemos que esta protesta lleva ya un muerto en su haber. Como acto reflejo usuarios y vecinos, en Constitución, protestaron violentamente por la falta de servicios. Nuevamente, la patronal y el gobierno fueron los responsables de generar 38 detenidos y ocho heridos, uno de ellos de gravedad.
Pero esto no fue todo. Bajo un calor agobiante, jubilados y pensionados no pudieron cobrar sus haberes, amén de trabajadores y otras actividades comerciales. A modo de ejemplo, en la avenida Rivadavia y Parral la protesta no se hizo esperar, la bronca se tradujo en corte de avenidas y nuevamente la movilización presionó para que en pocos minutos apareciera la plata. El gobierno se desdijo de lo que había resuelto 72 horas antes, confirmó asueto bancario por temor a la protesta generalizada. Un mamarracho y van…..
Anoche, en varias esquinas los vecinos se reunieron para protestar por la falta de energía y la desatención de las compañías del servicio eléctrico.
Estos tres ejemplos están indicando el humor de nuestro pueblo. ¿De qué capacidad de administración del Estado nos hablan? , habría que aclarar que la administración es para los negocios de los monopolios, mientras que para el pueblo que produce las riquezas, castigo y anarquía, eso es capitalismo, no otra cosa. ¿Qué se dice cuando millones de pasajeros que viajan diariamente a sus labores están sometidos a los peores vejámenes que puede soportar un ser humano? Colas de pasajeros de más de 100 metros bajo un calor sostenido, trenes, colectivos y subtes atestados en condiciones deplorables. ¿Esto no es violencia? ¿Acaso lo van a resolver con los nuevos 6000 gendarmes?. Todas las noches y a la vuelta del trabajo se está discutiendo en familia el dolor de todo esto, acompañado del ingrediente fundamental: “la plata no alcanza”.
Por estas semanas se está marcando a fuego el rumbo de la lucha de clases: por arriba, es decir, la burguesía monopolista, gobierno, oposición, sindicatos, no quieren y no pueden resolver los problemas y, por abajo, es decir, clase obrera y pueblo no se está dispuesto a tolerar nada más. Se abre un camino más directo que es la lucha y el enfrentamiento y por allí se van encontrando las organizaciones políticas y tejiendo las primeras experiencias revolucionarias.